Haití iniciará mañana una nueva etapa con la investidura de Jovenel Moise como presidente, con lo que espera cerrar la crisis política que ha vivido este país, el más pobre de América, desde la anulación de los resultados de los comicios de 2015 ante las protestas y el presunto fraude.
Tras más de un año de inestabilidad política y después de que las elecciones se aplazaran en cuatro ocasiones, finalmente Jovenel Moise, del Partido Haitiano Tet Kale (PHTK), logró la victoria en la primera vuelta de los comicios de noviembre del año pasado con un 55,60 % de los votos.
La crisis política surgida tras la anulación de los resultados de los comicios de 2015, que también daban como ganador a Moise, llevó a que Michel Martelly concluyera su mandato presidencial en febrero de 2016 sin que se hubiera elegido a su sucesor.
Desde entonces, Haití ha sido dirigido por un Gobierno provisional encabezado por el expresidente del Senado, Jocelerme Privert.
Aunque los principales adversarios de Moise, entre ellos Jude Celestin, de la Liga Alternativa por el Progreso y Emancipación Haitiana (Lapeh), que quedó en segundo lugar, no han reconocido su victoria, la comunidad internacional respaldó los resultados.
Además de allanar el camino hacia la estabilidad política, el nuevo presidente tendrá que hacer frente a varios desafíos como impulsar la recuperación de la economía en un país, donde casi el 60% de la población vive por debajo de la línea de la pobreza, el desempleo ronda el 70 % y la inflación el 12 %.
Una de las preocupaciones principales de los haitianos es la falta de empleo, como explicó a Efe Ronald Legros, coordinador del movimiento social "Operasyon Jenes Revolte" (en creole).
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Apostado junto a un grupo de jóvenes frente al Palacio Nacional, en el centro de la capital haitiana, que quedó prácticamente destruido por el terremoto de 2010, Legros señaló que "el Estado debe dar respuestas" y que el nuevo presidente debe priorizar la creación de empleo.
El mismo reclamo se repite una y otra vez, como frente a un hotel en la exclusiva zona de Pétion Ville, donde Jean Marc, intenta vender "a cualquier precio" sus coloridos cuadros a los turistas.
"Tengo los bolsillos vacíos y en mi casa mis hijas hoy no tienen nada para comer", explica angustiado.
La situación económica del país se agravó con el paso del huracán Matthew en octubre del año pasado, que dejó al menos 573 muertos, miles de afectados y cuantiosos daños, y que volvió a poner en evidencia la vulnerabilidad del país ante los fenómenos naturales.
Cuatro meses después de que el huracán arruinará cosechas y afectara a la ganadería, cientos de miles de personas están ahora en riesgo de sufrir escasez de alimentos en el sur del país.
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El huracán Matthew, que provocó la peor crisis humanitaria después del terremoto de 2010 que dejó unos 300.000 muertos, causó también un rebrote del cólera, una enfermedad introducida en Haití por un contingente de cascos azules nepalíes desplegados para ayudar tras el sismo.
Los estragos del terremoto son aún visibles en la capital haitiana y siete años después más de 50.000 personas permanecen todavía en campamentos en pésimas condiciones.
A estos retos se suman el éxodo de miles de ciudadanos, la corrupción, los graves problemas de salud, tráfico de drogas, los bajos niveles de educación, debilidad en la Justicia y la inseguridad, solo amortiguada en parte por la presencia de miles de cascos azules de Naciones Unidas.
La toma de posesión de Moise tendrá lugar en un acto que se celebrará en el Parlamento y posteriormente el nuevo presidente se dirigirá a la nación desde los jardines del Palacio Nacional, donde hoy continuaban los preparativos.
A los actos han confirmado su asistencia los presidentes de Ecuador, República Dominicana, y de Venezuela, así como representantes de 78 delegaciones internacionales, según informó el portavoz del equipo de transición, Lucien Jura.
También participará el subsecretario de Asuntos Políticos del Departamento de Estado de Estados Unidos, Thomas Shannon, mientras que la delegación de España estará encabezada por el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Fernando García Casas, según confirmaron a Efe fuentes diplomáticas españolas.
Con información de EFE