Apenas 6.300 millones de dólares y 11 propiedades es lo que ha congelado el gobierno suizo en activos pertenecientes a oligarcas rusos, lo que hace quedar muy mal a el "país de la neutralidad".
El Político
Las críticas al gobierno suizo que encabeza Ignazio Cassis provienen de todas partes; tanto de la propia Confederación como en el extranjero. Todos exigen que dichos números se incrementen.
Bancos suizos tienen $ 20.000 millones
La Swiss Bankers Association (SBA) o Asociación de Banqueros Suizos, estima que los bancos poseen hasta 200.000 millones de dólares o francos suizos, pertenecientes a un número importante de clientes rusos.
Estos no están sujetos a sanciones, de ahí que apenas se haya podido congelar apenas 6. 300 millones de dólares o francos suizos.
A nivel nacional, los partidos políticos de izquierda señalan que Suiza debería hacer más para congelar los activos.
Los socialistas, por ejemplo, exigieron sin éxito la formación de un grupo de trabajo federal para rastrear los fondos de los oligarcas.
En declaraciones al portal Swissinfo.ch, los embajadores de Ucrania y los Estados Unidos le solicitaron a la Confederación Suiza que de a conocer y descomise los activos que se esconden detrás de empresas ficticias u ocultos por gestores que actúan como apoderados de los verdaderos propietarios.
¿Suiza: un refugio para los fondos de Putín?
La crítica más dura proviene de la Comisión de Helsinki de Estados Unidos, un organismo cuasi gubernamental integrado por políticos y que tiene cierta influencia en la política exterior de Estados Unidos.
Esta Comisión ofreció una audiencia pública el 5 de mayo en la que acusó a Suiza de ser un refugio seguro para los fondos del régimen de Putin.
Tanto las autoridades suizas como responsables de la plaza financiera han defendido con firmeza su proceder en la aplicación de las sanciones de la Unión Europea.
"Suiza, comparada con otros países, no tiene ningún motivo para avergonzarse de la forma en que aplica las sanciones", dijo el portavoz del gobierno suizo André Simonazzi en respuesta a las acusaciones de la Comisión de Helsinki.
¿Estaba Suiza preparada?
En un principio, Suiza se mostró reacia a imponer sanciones financieras a personas y entidades rusas después de que el presidente ruso Vladimir Putin ordenara la invasión de Ucrania el 24 de febrero.
El gobierno argumentó que esta medida podría violar la posición histórica de neutralidad política de Suiza.
Esta postura fue recibida con protestas públicas, reproches de algunos partidos políticos, titulares perjudiciales en los medios de comunicación y presiones de Estados Unidos y la UE.
Cuatro días después de la invasión, Suiza anunció un giro de 180 grados y comenzó a imponer las sanciones completas de la UE el 4 de marzo.
Los partidos críticos, como el partido socialista, aseguran que esto demuestra que Suiza estaba mal preparada para localizar rápidamente los activos rusos.
¿Dónde se esconde el dinero?
Los bancos han tenido varios años para irse habituando a las sanciones contra los rusos, pero también lo han hecho los oligarcas relacionados con el Kremlin.
Esto les ha dado tiempo suficiente para reorganizar sus finanzas con la ayuda de asesores y abogados. Los Papeles de Panamá y otras revelaciones filtradas desde algunos bufetes de abogados arrojan luz sobre el uso de empresas ficticias, fondos fiduciarios y directores apoderados que firman los trámites sin ser propietarios de los activos.
Algunos oligarcas han cedido la propiedad de sus activos a familiares o amigos cercanos.
Por ejemplo, Alisher Usmanov, sancionado por la UE y Suiza, ya había transferido su fortuna a fideicomisos que donaban el patrimonio a miembros de su familia, según ha declarado a los medios de comunicación.
"Estas estructuras impiden a los bancos y a las autoridades determinar los verdaderos propietarios efectivos de los activos. Son un peligro real para el éxito del régimen de sanciones contra Rusia", afirmó el experto suizo en anticorrupción Mark Pieth ante la Comisión de Helsinki.
Según la ley suiza contra el blanqueo de capitales, los bancos deben informar a las autoridades sobre los clientes y las transacciones sospechosas.
Los abogados y otros asesores no tienen esa obligación si se limitan a crear fideicomisos y otros esquemas en lugar de manejar activos.
Los bancos suizos también quieren que se endurezcan las leyes en este sentido.
"La ampliación de las obligaciones de diligencia debida a asesores como abogados, asesores fiscales y fiduciarios reforzaría aún más el sistema suizo de lucha contra el blanqueo de capitales y debería considerarse su incorporación a la legislación suiza en el futuro", aseguró el director general de la SBA, Jörg Gasser.