En Colombia, Gustavo Petro enfoca sus estrategias de campaña hacia los electores impulsivos, los abstencionistas y los votantes del centro.
El Político
La segunda vuelta para elegir al nuevo presidente en Colombia es el próximo 19 de junio. Queda muy poco tiempo para seducir al electorado.
Para Gustavo Petro, quien obtuvo el 40% de los votos, la segunda vuelta no será fácil. Su contendor, Rodolfo Hernández, contará con los votos de otros candidatos que no clasificaron, quienes le han manifestado su apoyo.
Además, el electorado de Colombia es muy conservador y nada amigo de las izquierdas. Sin embargo, en la primera vuelta se envió un mensaje de hartazgo político tradicional.
En ese sentido, el candidato de izquierda apuesta a identificarse con el cambio sensato, frente al populismo antisistema de Rodolfo Hernández.
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— ?? INFOCARABOBO ? (@julio2j) June 2, 2022
Un cambio o salto al vacío
Durante la primera vuelta, Gustavo Petro fue el abanderado del cambio de las elecciones presidenciales. Sin embargo, sus detractores dicen que este —más bien— es un salto al vacío, para la historia de Colombia, donde ningún gobierno de izquierda ha estado en el poder.
Las minorías acomodadas en Colombia no hacen peso en las elecciones parta inclinar la balanza hacia un candidato en particular. Son los votantes moderados.
Sin embargo, Petro quiere dirigirse ahora directamente a ese sector del electorado, para captar su intención de voto, que tanto necesita para llegar a la meta.
El escándalo que protagonizan en Honduras Piedad Córdoba y sus 68.000 dólares llegó en mal momento para su jefe político, Gustavo Petro https://t.co/mcls4GcRrw
— Casto Ocando-Primer Informe (@cocando) June 2, 2022
Antecedentes
Petro se convirtió en un personaje político relevante en el año 2000, cuando Álvaro Uribe se convirtió en un auténtico fenómeno sociocultural, quien arrasó en las urnas.
Fue asesor de la Gobernación de Cundinamarca, entre 1990 y 1991. Cofundador del partido político Alianza Democrática M-19, movimiento con el que participó en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991.
El 30 de octubre del 2011, Gustavo Petro logró el 32,22% de los votos para convertirse en el nuevo titular de la Alcaldía de Bogotá.
Pero la Procuraduría General de la Nación resolvió destituirlo como Alcalde Mayor de Bogotá, el 9 de diciembre de 2013 e inhabilitarlo por 15 años para el ejercicio de cargo público. Esto por —supuestamente— haber afectado a la salud pública, a causa de la crisis de basuras del 18, 19 y 20 de diciembre de 2014.
Interpuso recursos ante el Tribunal Superior de Cundinamarca y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Se concedieron medidas cautelares a su favor.
El 22 de abril de 2014, luego de ordenar el Tribunal Superior de Bogotá acatar las medidas cautelares proferidas por la Comisión, fue restituido al cargo, luego 35 días de destitución.
Lidera el movimiento político Colombia Humana y se presenta como sucesor del ideario de políticos como Jorge Eliécer Gaitán o Luis Carlos Galán, dos emblemas de la política colombiana.
#ColombiaDecide | Gustavo Petro sorprendió al hacerle una propuesta a Rodolfo Hernández: “Que el primer acto de Gobierno, sea de él o el mío, sea convocar esa diversidad que se ha expresado para construirle a Colombia caminos de pacto histórico” – https://t.co/q1IKPPvz4I pic.twitter.com/fnDXxSvXWD
— Noticias Caracol (@NoticiasCaracol) June 2, 2022
En definitiva, la nueva estrategia de la campaña de Gustavo Petro pasa por buscar desde ya a los votantes minoritarios.
Además, para superar el umbral de los ocho millones de votos, Petro tendrá que movilizar a un electorado apático.
La participación del padrón electoral en la primera vuelta fue solo del 54%. Aunque resultó una abstención menor a la de años anteriores.
Una gran parte de la población colombiana está desencantada por el funcionamiento de la democracia y la situación económica del país.