Contra algunos pronósticos optimistas, Rusia si invadió Ucrania. Y la posibilidad de que el conflicto escale a mayores, convirtiéndose en una guerra nuclear no es una teoría. Vladimir Putin ha ordenado a sus fuerzas nucleares ponerse en alerta. Ahora el mundo se pregunta: ¿cuál será el próximo paso del Kremlin?
El Político
Diversos analistas aseguraban que Rusia no invadiría Ucrania. Y se equivocaron. Varios mandatarios apostaron que Moscú no sería capaz de utilizar armamento nuclear. Pero Vladimir Putin activó su arsenal nuclear.
El escenario actual
La Organización del Tratado del Atlántico Norte – OTAN ha asegurado que no desplegará sus tropas sobre suelo ucraniano. Esto debido a que ese país no forma parte del bloque.
Sin embargo, sí enviarán equipamiento militar. No obstante, el sentimiento generalizado entre los ciudadanos ucranianos es que occidente los ha abandonado.
Vladimir Putin ordenó el pasado domingo a su ejército activar el armamento nuclear. Mientras, en paralelo Moscú y Kiev se sientan en una misma "mesa neutral" a discutir sobre un posible alto al fuego.
Analistas han expresado que dicho encuentro fue una estrategia dilatoria de Putin. Su objetivo: ganar tiempo, penetrar en la capital, decapitar al gobierno ucraniano y montar un gobierno afín a sus intereses.
Para calentar más el conflicto, Putin amenaza a la OTAN, si otros países deciden ayudar de Ucrania: "si lo hacen, enfrentarán consecuencias mayores que las que cualquiera de ustedes ha enfrentado en la historia".
El escenario posible
Tras una guerra nuclear, lo primero que habría serían millones de muertos. El número de víctimas mortales sería incalculable. Las grandes ciudades de Europa serían destruidas y con ellas toda la infraestructura que sustenta a las naciones que quedaran en pie.
El caos sería una segunda consecuencia. Al desaparecer los poderes centrales, la situación se volvería catastrófica para los sobrevivientes, quienes igualmente irían muriendo producto de la radiación.
Un video de Kurzgegast publicado en YouTube, el cual vienen acumulando más de 5 millones de reproducciones, nos presenta un panorama catastrófico.
El video muestra que desde 2019 existen 15 mil armas nucleares en el mundo. Pero solo se requieren 3 de estas para destruir 4 mil 500 ciudades.
Esto equivale en promedio a 13 mil 500 bombas ordinarias. En toneladas, las 15 mil ojivas nucleares equivalen a 3 mil millones de TNT. Esto es 15 veces la energía de lo que fue la mega erupción del volcán Krakatoa.
Luego de la detonación, se formaría una bola de fuego que alcanzaría los 50 kilómetros de diámetro. Su onda expansiva arrasaría con todo en un rango de 300 kilómetros.
La fuerza de la explosión sería tan grande, que se escucharía en todo el planeta. La nube con forma de hongo se elevaría a tal punto que alcanzaría los límites de la atmósfera terrestre, muy cerca a la órbita espacial.
Consecuencias
La devastación sería prácticamente total. Hasta los animales grandes morirían de forma casi inmediata. Habría, además, tormentas de fuego en todo el planeta. Se presentarían constantes terremotos en diversas partes del mundo, por encima de los 7 grados de magnitud, en la escala de Richter.
La atmósfera sería cubierta del todo por ceniza. No podrían penetrar a la tierra los rayos solares. Se formaría un crudo invierno, provocando una glaciación que duraría décadas.
La vida en el espacio exterior tampoco sería posible, porque inclusive la Estación Espacial Internacional sería destruida, como consecuencia de los escombros. O se mantendría operativa mientras duren los suministros.
En dicho escenario, estima el video, la vida volvería a surgir en la Tierra, solo luego de millones de años.
Simulacro de una guerra nuclear
Según una simulación llevada a cabo por investigadores de la Universidad de Princeton en 2019, una posible guerra nuclear entre Estados Unidos y Rusia provocaría la muerte de 2,6 millones de personas en solo 3 horas, y supondría hasta 90 millones de muertos y heridos en tan solo un día.
Europa sería destruida en pocas horas, con saldo adicional de 3,4 millones de personas muertas y/o heridas, en apenas 45 minutos.
Con el objetivo de inhibir la recuperación del otro bando, Rusia y la OTAN apuntarían cada uno a las 30 ciudades y centros económicos más poblados del contrario, utilizando entre 5 y 10 ojivas en cada ciudad, dependiendo del tamaño de la población.
El resultado, 85 millones de víctimas adicionales, en menos de 1 hora.
Según esta estimación realizada por la Universidad de Princeton, en unas pocas horas habrían perdido la vida 34 millones de personas y otras 57 millones habrían resultado heridas.
Además, se provocaría la aniquilación de los sobrevivientes, debido a la lluvia radiactiva y otros efectos a largo plazo, según estimaron los investigadores.