Vladimir Putin amenazó con la destrucción de satélites occidentales si Kiev los utiliza para atacar al ejército ruso
El Político
Se trata de una posibilidad real o un nuevo esfuerzo para amedrentar a occidente, en especial a Elon Musk y su compañía SpaceX.
Según apunta el Wall Street Journal, la agencia de noticias rusa TASS afirma que Konstantin Vorontsov — funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Moscú — ha declarado que los satélites "pueden ser un objetivo legítimo para un ataque de represalia" si Ucrania los está utilizando para atacar a Rusia.
Esto incluiría a los satélites espías estadounidenses y de otros países. EEUU utiliza sus satélites para facilitar información de movimientos de tropas rusas.
Por su parte, EEUU avisó este jueves a Rusia de que habrá consecuencias si ataca los satélites que usa para comunicaciones.
"Cualquier ataque en nuestra infraestructura se topará con una respuesta adecuada de nuestra parte. Si esos ataques ocurren, haremos todo lo posible para exponer, detener y hacer que Rusia rinda cuentas por ello".
Así lo advirtió en una rueda de prensa John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca.
La reacción de Kirby se produce tras las amenazas de Konstantín Vorontsov, subdirector del Departamento de No Proliferación y Control de Armas del Ministerio de Exteriores de Rusia.
❝A demonstration of US capability and commitment to the Alliance❞
The @USNavy aircraft carrier USS George H.W. Bush currently leads a carrier strike group under #NATO command#NeptuneStrike | @GHWBCVN77
— NATO (@NATO) October 25, 2022
¿Por qué es importante?
Los satélites occidentales son vitales para Ucrania en materia de inteligencia ¿Por qué? Porque inciden directamente en las decisiones estratégicas y tácticas del Ejército de Kiev, reportó ElConfidencial.
El Ejército ucraniano utiliza estos satélites para comunicarse y recibir datos entre unidades. Es un flujo de comunicación crucial para sus operaciones militares contra las tropas rusas.
De hecho, sin Starlink, es posible que Ucrania no se encontrara en la posición en la que está en estos momentos.
Esta red internet espacial se usa para todo tipo de operaciones clave, desde dirigir los objetivos de la artillería, como las unidades HIMARS, a enviar órdenes y coordinar operaciones de forma constante.
Pero es improbable que Rusia se atreva a atacar estas naves, ya que EEUU y la OTAN podrían consideralo un ataque sobre su territorio.
Esto les obligaría a entrar directamente en el conflicto o, por lo menos, tomar represalias contra objetivos similares del Ejército ruso. Sería un camino que podría derivar rápidamente en una dramática escalada del conflicto.
Entre líneas
Probablemente, Vorontsov se refirió a los satélites Starlink de Elon Musk.
Desde el inicio de la guerra en Ucrania, Elon Musk ha estado enviando a Ucrania terminales de su servicio de conexión por satélite Starlink para ayudar a Ucrania a seguir conectada a internet pese a las interrupciones del servicio provocadas por los bombardeos rusos.
La operación ya le ha costado a SpaceX 80 millones de dólares, por lo que Musk solicitó al Departamento de Defensa de EEUU que se haga cargo del costo, según reportó la semana pasada CNN.
Lo cierto es que Rusia tiene el arma para hacerlo sin problemas. No sería la primera vez que el Ejército ruso destruye un satélite.
El 15 de noviembre de 2021, Rusia lanzó un misil espacial para destruir su viejo satélite Cosmos 1408 a una altitud de 480 kilómetros.
La innecesaria prueba recibió la condena inmediata de la comunidad internacional, especialmente de los EEUU y Europa, que denunciaron que la explosión suponía un serio peligro para las actividades espaciales de todas las naciones del planeta, incluyendo los propios cosmonautas rusos en la Estación Espacial Internacional.
Casi 4.000 naves vitales para la humanidad y más de una docena de astronautas continúan en peligro de ser alcanzados por los más de 1.500 pedazos de metralla que orbitan la Tierra a velocidad hipersónica producto de aquella explosión.
Un año después, los resultados de aquel test siguen amenazando la intrastructura espacial que sostiene la civilización.
En conclusión
Si Rusia decide finalmente atacar satélites occidentales, ya sean militares o civiles, los trozos resultantes podrían dar lugar a un juego de carambolas espaciales conocido como síndrome de Kessler.
El síndrome de Kessler o cascada de ablación es un escenario propuesto por el consultor de la NASA Donald J. Kessler en el cual el volumen de basura espacial en órbita baja terrestre sería tan alto que los objetos en órbita serían impactados con frecuencia por la basura, creándose así aún más basura y un mayor riesgo de otros impactos sobre otros objetos.
A medida que el número de satélites en órbita crece y los viejos satélites se acumulan, aumenta el riesgo de este escenario de colisiones en cascada de Kessler.
El síndrome de Kessler es especialmente peligroso debido al efecto dominó y a la retroalimentación positiva.
Cualquier impacto entre dos objetos de masa importante creará una basura adicional de metralla resultante de la fuerza de la colisión.
Cada pedazo de metralla tiene el potencial de causar un daño adicional en otros objetos orbitando, creándose así más basura espacial.
Con una colisión bastante grande (tal como una entre una estación espacial y un satélite), la cantidad de basura generada podría ser lo suficientemente alta como para hacer la órbita baja de la tierra inutilizable.
La basura espacial es muy difícil de tratar directamente, debido a las altas velocidades en sus órbitas y el pequeño tamaño de la mayoría de la basura.
Estos trozos metálicos también podrían derribar la ISS y otras naves espaciales tripuladas o de carga.