El próximo miércoles 29 de enero, el Parlamento Europeo (PE) votará el acuerdo sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) y entrará en un período de transición hasta el 31 de diciembre de 2020
El Político
La votación tendrá lugar tan solo dos días antes del 31 de enero, la fecha prevista del Brexit, y se producirá en la primera jornada de una sesión plenaria reducida que se celebrará en Bruselas entre el 29 y 30 de enero.
Para que el acuerdo de salida pactado entre Bruselas y Londres pueda entrar en vigor es necesaria la ratificación de la Eurocámara y del Parlamento del Reino Unido.
El pasado 20 de diciembre, el Parlamento del Reino Unido ya aprobó el proyecto de ley del acuerdo de retirada de la Unión Europea.
Los diputados de la Cámara de los Comunes autorizaron por 358 votos frente a 234 que el texto auspiciado por el primer ministro, Boris Johnson, pase a su siguiente trámite parlamentario, la fase de comités, donde podrá ser enmendado antes de su aprobación definitiva, en los próximos días.
En unas elecciones realizadas el 13 de diciembre, el Partido Conservador logró una clara victoria ante el Partido Laborista de Jeremy Corbyn, lo cual le permitió a Johnson la mayoría en el parlamento para ejecutar el Brexit.
¿Qué significa Brexit?
Es un neologismo que se ha usado para describir la salida de Reino Unido de la Unión Europea tras el referéndum, realizado en el año 2016, que el entonces primer ministro David Cameron organizó para que los ciudadanos del país decidieran su permanencia o no dentro de la UE.
Es un acrónimo inglés formado por la unión de Britain (Gran Bretaña, y por extensión Reino Unido) y exit (salida). La palabra emula a Grexit, acuñada en 2012 por varios economistas de Citigroup, que describía el riesgo de una salida de Grecia de la eurozona.
Después de ese referéndum, el que el 51,9 por ciento de los votantes apoyó abandonar la Unión Europea, el gobierno invocó el artículo 50 del Tratado de la Unión Europea, iniciando un proceso de dos años que debía concluir con la salida del Reino Unido el 29 de marzo de 2019.
Ese plazo fue prorrogado en primer término hasta el 12 de abril de 2019. Luego hasta el 31 de octubre de 2019. Por tercera vez, el plazo volvió a ser prorrogado hasta el 31 de enero de 2020. Pasada esa fecha, y salvo acuerdo en contrario, Reino Unido abandonará automáticamente la Unión Europea sin acuerdo.
Actualidad del Brexit
El Reino Unido saldrá de la UE a las 23:00 GMT del viernes 31 de enero. Pero antes de esta fecha, el Parlamento del Reino Unido tiene que aprobar la legislación necesaria: el Proyecto de Ley del Acuerdo de Retiro o el proyecto de ley Brexit, como se lo conoce más comúnmente.
El Parlamento Europeo también tiene que dar luz verde para que el Reino Unido se vaya en los términos del acuerdo del primer ministro.
Sin embargo, esto solo marcaría el siguiente paso en el proceso Brexit. Tras su partida, el Reino Unido entrará en un período de transición hasta el 31 de diciembre de 2020.
Durante este período, el Reino Unido permanecerá efectivamente en la unión aduanera y el mercado único de la UE, pero estará fuera de las instituciones políticas y no habrá miembros británicos en el Parlamento Europeo. Johnson ya ha descartado cualquier extensión a este período.
Los parlamentarios seguirán analizando el proyecto de ley Brexit tras el receso navideño. El gobierno quiere que el proyecto de ley pase por sus etapas de comités a fines del jueves, algo que debería ser eminentemente factible con su mayoría recién ganada.
La legislación aprobó su primer obstáculo en el Parlamento en diciembre y ahora avanza a la etapa de comité, que es el examen de los detalles del proyecto de ley. Eso incluirá discusiones sobre los derechos de los ciudadanos después del Brexit e Irlanda del Norte para nombrar solo dos de muchas áreas.
También hay enmiendas (cambios propuestos al proyecto de ley) que los Comunes tendrán que considerar durante este proceso, aunque aquellos sin respaldo del gobierno tienen pocas esperanzas de tener éxito.
Los laboristas han propuesto una enmienda para garantizar la consulta del Parlamento y las asambleas delegadas durante las negociaciones.
También quiere que exista un período de implementación de dos años, para permitir que se negocie la relación Reino Unido-UE a más largo plazo si el primer ministro no logra un acuerdo de asociación para fines de junio.
El Partido Nacional Escocés (SNP) también está estableciendo marcadores, incluida una enmienda que propone anular la aplicación de todo el proyecto de ley a Escocia.
El siguiente desafío tras el Brexit
Según la opinión del diario español ABC, el 31 de enero el Reino Unido dejará de ser miembro de la Unión Europea. Aunque al menos durante todo el año 2020 se mantendrá la situación actual como periodo transitorio, la desconexión institucional de uno de los países más importantes representa un trauma cuyos efectos negativos se acabarán viendo con toda crudeza.
Esas consecuencias serán mucho peores para la economía y la sociedad británica, víctimas de un error histórico por parte de dirigentes de todo el espectro político, contagiados por la demagogia populista. En todo caso, y aún teniendo en cuenta que lo único seguro es que el Brexit no tiene ningún efecto positivo para nadie, durante todo el largo periodo del vodevil político en Londres esa UE más pequeña ha aprovechado para descontar esos efectos negativos del divorcio, con un nuevo equipo, encabezado por la democristiana alemana Ursula von der Leyen que ya ha trazado un rumbo claro de refuerzo del mercado único en la transición decidida hacia la economía sostenible.
La idea de poner en marcha o de acelerar proyectos de integración que tradicionalmente habían encontrado el escollo británico, como el de una defensa europea, pueden tener ahora una posibilidad. Lo mismo puede decirse sobre el caso concreto de Gibraltar, siempre que en Madrid hubiera un gobierno realmente sincero en la defensa de los intereses nacionales.
Pero no todo terminará con esa desconexión programada. Durante los próximos meses será necesario empezar las negociaciones sobre las relaciones futuras, con el que ya será un país tercero, un proceso que puede ser mucho más complicado y anguloso que el del divorcio.
(Con información de BBC, El País, ABC)