Cautela. Esa es la expresión utilizada por funcionarios de la administración Biden al ser consultados sobre la compra de la red social Twitter por el CEO de Tesla, Elon Musk.
Mario Augusto Beroes Ríos/El Político
Desde la Casa Blanca adelantaron que el gobierno estadounidense seguirá sus planes de regular la comunicación a través de plataformas digitales.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, no habló sobre la "transacción específica" entre Musk y Twitter en su acostumbrado parte informativo.
Preocupación
Pero sí advirtió que el presidente Biden, lleva "mucho tiempo preocupado por el poder de las grandes plataformas de redes sociales".
"El presidente Biden lleva mucho tiempo diciendo que las plataformas tecnológicas deben rendir cuentas por los daños que causan", dijo la vocera.
-Biden apoya rotundamente que se aprueben reformas fundamentales para lograr ese objetivo, que las plataformas tecnológicas tengan y cumplan con ciertas regulaciones."
Algunas de esas reformas incluyen medidas "antimonopolio" que buscarían "más transparencia» en operaciones como la de la compra de Twitter por parte de Musk.
Es decir, la administración Biden planea intervenir de manera más activa en todos los asuntos relacionados con las redes sociales.
Restar inmunidad
Además, el presidente también estaría dispuesto a reformar una medida que le resten inmunidad a las redes sociales respecto a los contenidos que circulan en ella.
Biden impulsaría una reforma en la llamada Sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones de 1996.
Esa norma es por la que las compañías de Internet están exentas de casi cualquier consecuencia legal porque se supone que son meros intermediarios o canales.
Psaki adelantó que en ese asunto hay "un interés de ambos partidos" en el Congreso para impulsar ese tipo de reformas que propone Biden.
…Y 16 años después compró Twitter
Lo que ayer temprano era un rumor, ya está más que confirmado. Elon Musk, CEO de Tesla y de Space X; el hombre con más dinero en el globo terráqueo adquirió la red social Twitter por $ 44.000 millones
Según Musk, Twitter tiene un enorme potencial que desbloqueará con los trabajadores de la empresa y la comunidad de usuarios.
"Espero que hasta mis peores críticos permanezcan en Twitter, porque eso es lo que significa la libertad de expresión".
Detalles por resolver
La transacción está sujeta a que los accionistas de Twitter den su visto bueno en una votación que se llevará a cabo en la junta de accionistas. El consejo espera que la operación culmine en 2022.
No hay condiciones financieras a cumplir para el cierre de la transacción. Musk se ha asegurado financiación mediante deuda y un préstamo de margen de Morgan Stanley por valor de 25.500 millones de dólares.
Asimismo, aporta a la operación un compromiso de capital de 21.000 millones de dólares.
Elon Musk ama Twitter. Tiene una enorme audiencia de 87 millones de seguidores. Él tuitea prolíficamente, a veces de manera controvertida, otras de forma catastrófica.
La Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. le prohibió tuitear sobre los asuntos de Tesla después de que un tuit borrara $ 14.000 millones del precio de sus acciones, y fue demandado por difamación tras un tuit en el que llamó "pedófilo" a un buzo que participó en el rescate de un grupo de chicos en una cueva en Tailandia en 2018 (caso que finalmente ganó Musk).
Twitter, por otro lado, es mucho menos efusivo sobre Elon Musk. El antiguo CEO de Twitter se despidió sobriamente de la red social y evitó hacer menciones a Musk.
"Profundamente orgulloso de nuestros equipos" escribió Parag Agrawal, sustituto de Jack Dorsey, uno de los fundadores de Twitter que abandonó la dirección de la empresa meses atrás.
Twitter respondió a la primera oferta de Musk poniéndose a la defensiva, desplegando una estrategia de "píldora venenosa" que impedía que alguien poseyera más del 15% de sus acciones mientras Musk merodeaba, aunque ahora se llegó a un acuerdo.
Muchos miembros y simpatizantes del Partido Republicano de EE.UU., que durante mucho tiempo sintieron que las políticas de moderación de Twitter favorecían la libertad de expresión de los puntos de vista de izquierda, se regocijaron.
Pero los reguladores de todo el mundo se están alineando para tomar medidas enérgicas contra las redes sociales y obligarlas a asumir una mayor responsabilidad por el contenido que transmiten, emitiendo fuertes multas por incumplimiento por material que incite a la violencia, sea abusivo o clasifique como discurso de odio, entre otras cosas.
Las campanas de alarma comienzan a sonar.
No olvidemos las finanzas. El principal modelo comercial de Twitter se basa en anuncios, y Musk quiere cambiar eso.
Él está más interesado en las suscripciones, afirma, lo que podría resultar difícil de vender en un entorno donde las principales redes sociales son de uso gratuito.
¿Un Twitter pago?
Los usuarios de Twitter pueden decidir si prefieren que sus datos no se utilicen para monetizarlos y están dispuestos a pagar por ello, pero es una apuesta.
También le gustan las criptomonedas. ¿Podría usar la plataforma para incentivar los pagos en monedas volátiles y desprotegidas como bitcoin?
Y luego está el propio Musk. Es el hombre más rico del mundo, un emprendedor en serie cuyos éxitos incluyen PayPal y Tesla. Es carismático y sin filtros, lo que puede convertirlo en alguien muy impredecible.
Le gusta poner a prueba los límites y romper las reglas.
Hay una razón por la que se negó a unirse a la junta directiva de Twitter después de comprar una participación del 9,2% en enero: no quería estar sujeto a la responsabilidad.
Y tiene un ejército de seguidores leales que lo adoran.
Uno de los lunares de Musk es que, debido a la forma en que están estructuradas sus finanzas (su riqueza se basa en gran medida en acciones en lugar de ingresos en efectivo, y no posee propiedades), no paga impuesto sobre la renta.
Es una venta privada, de una empresa privada, y no es una fusión entre dos gigantes, por lo que es poco probable que haya muchos obstáculos regulatorios.
El Twitter de Musk puede ser un escenario muy diferente para los 300 millones de personas que continúan usándolo, si es que lo hacen. Una plataforma más luchadora, tal vez, y menos liberal.
Podría reincorporar a Donald Trump, quien actualmente tiene una prohibición permanente, y dado que el intento del expresidente de crear una red social, Truth Social, parece estar fracasando, aunque el expresidente ya dijo no estar interesado en que le regresen su cuenta.