El gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri, decidió personalizar sus campañas de publicidad oficial con el uso de redes sociales como herramientas de difusión, por lo que usará los datos de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses).
Rafael Rodríguez / El Político
Son 16 millones los nombres que por decreto deberán ser compartidos por la Anses con la Secretaría de Comunicación Pública, y desde allí todas las dependencias del Estado. Sin embargo, la oposición argentina denunció que la medida viola el derecho a la intimidad.
El convenio lleva la firma del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y establece que la base de datos de Anses se usará para “mantener informada a la población a través de diversas modalidades, que incluyen desde las redes sociales y otros medios de comunicación electrónicos, hasta el llamado telefónico o la conversación persona a persona, de forma de lograr con los ciudadanos un contacto individual e instantáneo".
La decisión fue rechazada por los partidos políticos de oposición, razón por la cual Peña tuvo que explicar en una rueda de prensa los alcances del aporte: “No tiene que ver con la comunicación política o propagandística, sino con el vínculo entre los ciudadanos y el Estado, para llegar con la información necesario cuando haga falta”.
El director de Anses, Emilio Basavilbaso, aclaró además que solo entregarán al gobierno datos de contacto. “Sólo eso y ningún otro dato más. El teléfono, el correo electrónico y puede ser la dirección. Si esa persona se niega, nos puede avisar y nosotros damos de baja esa información", dijo.
Con información de El País