Cerca de 400 personas llegaron el jueves al ex Congreso Nacional para participar en el lanzamiento del nuevo libro del ex mandatario -y actual precandidato presidencial- Ricardo Lagos. Al evento fueron invitados varios ministros del gabinete, como Mario Fernández (Interior), Nicolás Eyzaguirre (Secretaría General de la Presidencia) y Marcelo Díaz (Secretaría General de Gobierno), sin embargo, ninguno de los tres asistió.
El único secretario de Estado que estuvo presente fue el jefe de la cartera de Energía, Máximo Pacheco, quien fue uno de los moderadores de la actividad.
La ausencia de Fernández y Díaz respondía a una razón puntual: evitar cualquier tipo de cuestionamientos públicos de intervencionismo electoral, aunque en este caso específico no se trate de una actividad de campaña propiamente tal. Sin embargo, se trata de una conducta que regirá a las autoridades con miras a la campaña por las elecciones municipales del 23 de octubre próximo.
Ya ha habido problemas, pues varios aspirantes opositores han cuestionado la presencia de autoridades de gobierno en actividades públicas de respaldo a candidatos del bloque oficialista.
Incluso algunos, como la candidata a alcaldesa por Providencia de Chile Vamos, Evelyn Matthei, recurrieron a Contraloría para solicitar que se investigue un posible intervencionismo de La Moneda en favor de la carta de la Nueva Mayoría, la actual alcaldesa Josefa Errázuriz. La ex abanderada presidencial UDI argumentó que Errázuriz ha realizado “al menos nueve actividades comunicacionales con autoridades de gobierno en el último mes”.
Críticas similares recibió en días anteriores la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, a quien se le cuestionó que realizara actividades públicas con el ministro vocero y con el intendente Claudio Orrego.
Aunque el gobierno ha desmentido estas acusaciones y ha reiterado que todas las actividades se han realizado en el marco de lo que establece la regulación en la materia, en La Moneda optaron por evitar un nuevo foco de conflicto y decidieron restringir algunas actividades que podrían ser “malinterpretadas”.
Una de ellas -explicaron en Palacio- es el programa conocido como “ministros en terreno”, que consiste en un despliegue territorial simultáneo del grueso del gabinete para difundir o defender alguna medida o reforma del gobierno.
Las actividades son siempre organizadas por el ministro Díaz, quien decidió cancelarlas hasta fines de octubre, mientras dura el período de campaña. Esto, a pesar de que el Ejecutivo se encuentra en plena discusión de proyectos cruciales de su agenda, como la ley que faculta la elección directa de intendentes o la reforma educacional.
Adicionalmente, los ministros del comité político han remarcado a las autoridades públicas regionales la instrucción de ceñirse a la normativa de prescindencia, evitando apoyar candidatos a alcalde o concejal dentro de los horarios de trabajo y con recursos públicos.
La semana pasada, la Contraloría emitió un nuevo instructivo de cara a las municipales. El documento reitera varias disposiciones de prescindencia para los funcionarios públicos, y recuerda que “constituye una falta a la probidad administrativa emplear, bajo cualquier forma, dinero o bienes de la institución en provecho propio o de terceros y ejecutar actividades, ocupar tiempo de la jornada de trabajo o utilizar al personal o recursos del organismo en beneficio propio o para fines ajenos a las instituciones”.
Además, el texto establece que “los organismos públicos que dispongan de periódicos, revistas, radio, televisión y otros medios de información no podrán destinar sección o espacio alguno de esos medios para realizar propaganda política o favorecer o perjudicar a cualquier candidato”.
Con información de La Tercera