El gobierno argentino tiende puentes a la agroindustria. Después de decir que "ser rico es malo" y de promover el impuesto a la riqueza, el peronismo recula. La nueva táctica económica de Alberto Fernández y el titular del Palacio de Hacienda, Martín Guzmán, es dinamizar a los sectores productivos de Argentina.
El Político
Hace meses Fernández y su entorno enfilaban las baterías contra todo el que tuviera una actividad productiva. Ideaban impuestos, exigían solidaridad y decían que "el que más tiene, debe pagar más".
Ahora, tras la cuarentena más larga del mundo, que comenzó en marzo y aún no termina, la economía está en terapia intensiva y es necesario reanimarla. Por eso el gobierno cambia de camiseta y se sienta a la mesa con aquellos que hasta hace poco eran casi enemigos de clase.
El ministro Guzmán es el responsable de los diálogos con los sectores productivos. Ya se reunió con la agroindustria este miércoles y se prevé que el 26 de noviembre haya un segundo encuentro.
La promesa oficial es que están trabajando en un proyecto de ley de reactivación agroindustrial. Prevén enviarlo al Congreso en dos meses aproximadamente. El núcleo del proyecto son desgravaciones impositivas para facilitar las inversiones, crecer en producción y potenciar el nivel de empleo, detalla Infobae. Igualmente, se plantea el compromiso del gobierno de Alberto Fernández para facilitar los trámites necesarios para exportar. Un paso indispensable en este sentido es la eliminación de las diferentes trabas burocráticas.
Tender puentes con la agroindustria ayudará a salir de abajo
El campo argentino rechaza el impuesto a la riqueza que pretende imponer el gobierno de Alberto Fernández y su vicepresidente Cristina Kirchner. Ya el proyecto logró un dictamen positivo en la cámara de diputados del Congreso. Eso encendió las alarmas de los productores agrícolas, pues se prevé que todas las personas cuyos activos superen los 200 millones de pesos paguen el tributo. Debido al valor de la maquinaria agrícola, cualquier pequeño productor tiene ese monto en activos, advierten los afectados.
Una señal de buena voluntad hacia el campo y la agroindustria sería que el proyecto de impuesto a la riqueza durmiera el sueño de los justos, plantean analistas. Más que impuestos, Argentina necesita generar riqueza, crear empleos y abastecer de alimentos el mercado nacional, además de exportar para llevar divisas a las arcas nacionales, que están bastante vacías de dólares. Es en este marco que el gobierno argentino tiende puentes a la agroindustria.
“Hay un compromiso de definir reglas de juego con diferentes sectores y en eso se enmarca este encuentro con la agroindustria. Vamos a enviar un proyecto de ley que va a tener cuestiones de simplificación de la burocracia, procesos más eficientes, estabilidad de beneficios para potenciar la inversión. Vamos a generar incentivos que no impliquen la baja de la recaudación”, dijo el ministro de Hacienda, Martín Guzmán, tras liderar la reunión, realizada en la Casa Rosada.