El Gobierno nacional decidió interrumpir los operativos “Cinturón Sur” y “Centinela”, impulsados por el kirchnerismo para desplegar gendarmes y prefectos en el primer y segundo cordón del Conurbano y en el sur de la ciudad de Buenos Aires. Según el Ejecutivo, los programas generaron un “mecanismo rígido de organización” y de una “discrecionalidad inaceptable y contraria al criterio federal”.
La norma lleva la firma del Presidente, Mauricio Macri, el jefe de Gabinete, Marcos Peña y el ministra de Seguridad, Patricia Bullrich y fue publicada hoy en el Boletín Oficial. El repliegue de las fuerzas será gradual y en el caso de la Ciudad, el retiro se producirá a medida que se incorporen efectivos de la flamante Policía porteña.
El kirchnerismo había implementado en 2010 el Operativo Centinela y en 2011 el Cinturón sur “para optimizar la seguridad ciudadana”. Pero en el decreto 66/2017 el macrismo consideró que los planes generaron un “un mecanismo rígido de organización, con presencia estática y focalizada, sin alcanzar los objetivos pretendidos, y en virtud del cual se ha confundido la tarea policial con el accionar propio de las Fuerzas de Seguridad con una misión especializada”.
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Además, explicaron que la transferencia de la Policía Federal a la Ciudad sirvió para consolidar la autonomía porteña. A su vez señalaron que utilizar la Gendarmería o Prefectura en el distrito capitalino provocó un “esquema inequitativo y una ”discrecionalidad inaceptable y contraria al criterio federal con que este Gobierno decidió encarar las políticas públicas de seguridad”.
El Gobierno de Macri, sobre todo por impulso de su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, desde que asumió pretendió volver a la Gendarmería y la Prefectura a sus funciones originales; cuidar las fronteras terrestres y marítimas.
Con información de Clarín