Este jueves el jefe del gabinete de Ministros de Argentina, Marcos Peña, exhortó a los sindicatos que mantengan una "vocación de diálogo" y que saquen la "política electoral" de las negociaciones con el Ejecutivo, ante los comicios legislativos que se celebrarán el próximo octubre.
Redacción El Político
En efecto, el funcionario valoró el 2016 como un año en el que el diálogo con la principal central obrera del país, la Confederación General del Trabajo (CGT), generó muchos frutos y ayudó a resolver muchos "temas".
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Por eso, ante la movilización que convocó el sindicato para el próximo 7 de marzo y las amenazas de huelga general que sostuvieron algunos de sus líderes, el jefe de Gabinete pidió que mantengan la "vocación de diálogo" del año pasado y que no se dejen llevar por intereses políticos de cara a las próximas elecciones.
"Sería muy malo para este proceso de recuperación económica, de salir adelante, de un país que necesita que todos tiremos para el mismo lado", pronosticó Peña, que aseguró no ver motivos para una huelga general más allá de una "tónica general de que parecería que la economía no va por el camino correcto".
En este sentido, aprovechó para contradecir a quienes piensan así y apuntó que la economía argentina "está en un incipiente proceso de recuperación y de salida de la recesión", aunque señaló que Argentina todavía está dañada y presenta salidas complejas que van a provocar "problemas de conflictividad".
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Concretamente, habló de los últimos cierres de fábricas y procesos de despidos en masa en el país, que responden, en su opinión, a un mercado laboral que presentaba múltiples problemas cuando asumieron la Presidencia en diciembre de 2015 y que todavía no se han solucionado.
Para Peña, durante el primer semestre de 2016 hubo una pérdida clara de trabajo, que luego se recuperó en los siete meses posteriores, gracias a las acciones del Ejecutivo orientadas a mejorar y crear puestos de trabajo.
No obstante, aseguró que esas medidas "no reemplazan" los problemas del mercado laboral argentino, fallas que precisan de un trabajo conjunto entre empresarios, sindicatos y la Administración Pública.
Así, volvió a pedir "diálogo" a los gremios y les ratificó que las puertas de la Casa Rosada "están abiertas" para negociar y dilucidar cualquier conflicto, reseñó Efe.
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