Diecinueve gobernadores peronistas denunciaron que las últimas decisiones económicas del presidente argentino, Mauricio Macri, se financian con dinero de las provincias a su cargo y advirtieron que llevarán su queja ante la Corte Suprema
El Político
Tras perder las primarias a las presidenciales del próximo octubre, Macri, lanzó un paquete de medidas orientadas a generar un alivio de impuestos con el objetivo de ahorrar dinero a la clase media y reactivar, al menos, el consumo en una economía en recesión. Y de esta forma, recuperar el voto. Pero sus decisiones le han costado la ruptura del matrimonio por conveniencia que mantenía con los gobernadores peronistas, desde diciembre de 2015.
Los jefes territoriales señalaron que la disminución inconsulta del impuesto a la renta y la eliminación del IVA a algunos alimentos básicos, son dos tributos que recauda el Gobierno central y luego reparte entre las provincias.
Los gobernadores denunciaron que esos impuestos que los argentinos dejarán de pagar son fuente de financiamiento de las provincias. Y calcularon que el daño fiscal a sus administraciones rondará los 1.000 millones de dólares.
Macri siempre estuvo en desventaja numérica en el interior del país, donde sólo cinco de los 24 gobernadores pertenecen a su alianza de Gobierno. Por eso siempre garantizó a las provincias opositoras el dinero que les correspondía por ley, un gesto novedoso en un país donde los fondos coparticipables suelen ser un arma de Buenos Aires contra mandatarios díscolos. El flujo de dinero permitió a las provincias cerrar sus cuentas con superávit y a sus gobernadores ganar con comodidad sus respectivas elecciones locales. Pero ahora todo ese equilibrio se derrumbó.
“Queremos que el Gobierno nacional no disponga de los recursos que les corresponden a las provincias. Con sus recursos que haga lo que le parezca, pero no con los nuestros. Lo que resuelve el Gobierno con fondos que no son propios es inconstitucional”, advirtió el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, a la salida del encuentro con su pares.
Urtubey era uno de los gobernadores que la Casa Rosada consideraba “dialoguistas”. Sin embargo, el salteño se alejó poco a poco de Macri a medida que se agravaba la crisis económica. Hasta que, finalmente, rompió amarras y acompanó al exministro Roberto Lavagna como candidato a vicepresidente. La boleta Lavagna-Urtubey sumó el 8,5% de los votos en las primarias.
Sin embargo, la rebelión de los gobernadores coincide con un clima de relativa calma económica. El peso lleva sin perder valor frente al dólar desde el viernes 16 de agosto, tras caer 30% en las tres jornadas que siguieron a las primarias. La moneda local parece haber encontrado un nuevo valor de equilibrio alrededor de las 57 unidades por dólar, aunque al costo de tasas de interés por encima del 70%.
Dos charlas telefónicas entre Macri y Fernández y el estreno de un nuevo ministro de Economía, Hernán Lacunza, trajeron algo de paz a la incertidumbre en la que viven los argentinos. El intento de paz entre el oficialismo y la oposición sigue en pie.
Mientras que el ministro Lacunza recibió, este miércoles 21 de agosto, los consejeros económicos de Fernández para escuchar recomendaciones para enfrentar la crisis que atraviesa el país.
Fuente: El País.