En la República Popular China, tanto los confinamientos por Covid 19, como la guerra en Ucrania, están afectando el desempeño del presidente Xi Jinping. Su conducción del país y su imagen exterior se le empantanó.
El Político
Cerca del inicio de los pasados Juegos Olímpicos de Invierno 2022, Vladimir Putin y Xi Jinping, celebraron una cumbre en Pekín.
Ambos mandatarios firmaron un acuerdo de cooperación "integral" y "sin límite", declarando una "nueva era" en el orden mundial.
En el acuerdo fueron enfáticos al indicar que se oponían a una mayor expansión de la Alianza Atlántica – OTAN. Se comprometieron a darse apoyo mutuo. También se comprometieron a evitar futuras nuevas alianzas regionales.
Esto fue interpretado como un golpe velado al esfuerzo de Washington por formar alianzas en el Indo-Pacífico frente a una China más asertiva. El mundo no tardó mucho en conocer qué implicaba la "nueva era".
Cuatro días después de la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín, comenzó el bombardeo contra Ucrania, por parte de las tropas rusas.
Además, mientras los paracaidistas rusos bajaban del cielo cerca de Kiev, la capital de Ucrania, un portaaviones chino navegaba por el Estrecho de Taiwán.
Todo ocurría ante la mirada expectante y atónita de un mundo que mantuvo viva la esperanza de que la invasión a Ucrania no se concretase.
Rusia y Ucrania | "China está muy feliz. El declive de Rusia significa su ascenso": Taras Kuzio, el académico que predijo la invasión a Crimea https://t.co/DolLGQBsBz
— BBC News Mundo (@bbcmundo) April 8, 2022
Consecuencias de la guerra
Las sanciones impuestas a la Federación Rusa, por parte de occidente han hecho mella en la economía rusa. Y pareciera que los planes de China tampoco van bien.
Analistas han expresado su parecer sobre el panorama que se cierne sobre China. En este sentido han dicho que el cambio de postura de Pekín a favor de la Federación Rusa está manchando la gestión de Xi Jinping.
Igualmente, la retórica más suave sobre Taiwán, el retroceso en las políticas económicas radicales y los confinamientos continuos como consecuencia del coronavirus en todo el país, están minando la gestión de Xi Jinping.
Por otra parte, a finales de 2022, el XX Congreso del Partido Comunista de China, deberá ratificar a Xi Jinping para un tercer período.
Algunas agencias internacionales de noticias han dado cuenta de una marcada desaceleración de la economía china. También registran salidas de capitales extranjeros del país en los últimos meses.
Opiniones
Kevin Rudd, ex primer ministro de Australia, es un estudioso de China desde hace mucho tiempo. Para él, Xi Jinping está decidido a seguir siendo el líder supremo del gigante asiático.
Desea llegar —incluso— hasta la década de 2030. En este sentido, algunos expertos lo llaman "presidente vitalicio".
Sin embargo, desde una observación histórica, los continuos reveses políticos normalmente no suelen presagiar nada bueno para los líderes autocráticos.
Por su parte, inversionistas de larga data en China, Ray Dalio, fundador y copresidente de Bridgewater, han expresado su fe en la capacidad del gobierno chino para administrar su agrietada economía en problemas.
Para Roger Garside, exdiplomático británico en China, e inversor: "las crisis que enfrenta China, como el rápido envejecimiento de la población y la enorme disparidad de riqueza, requieren atención".
"También, la corrupción endémica, los desequilibrios económicos estructurales, la burbuja inmobiliaria e incluso la degradación ambiental, solo pueden ser resueltas a través de reformas. Pero también con el establecimiento del Estado de Derecho".
Garside cree que: "el deseo de Xi Jinping de volver al control totalitario de la era de Mao Zedong solo podría conducir a China a un total fracaso.
Adicionalmente, Zheng Michael Song, economista de la Universidad China de Hong Kong, hizo recientemente una estimación. Él calcula que las restricciones por Covid 19 podrían costarle a China al menos unos US$46.000 millones al mes. Un equivalentes al 3,1% del Producto Interno Bruto – PIB.
Además, con el corazón económico de China, Shanghái, bajo un confinamiento total, ese costo va a aumentar.
Uno de los mayores proveedores de Apple suspende su producción por el confinamiento en Shanghai. Es de los que fabrican el iPhone https://t.co/fVTu5DOD5T
— Gabriela Frías (@gfrias) April 13, 2022
Cero Covid vs economía enferma
Una de las primeras medidas que adoptó China al inicio de la pandemia, fue declarar en cuarentena radical la ciudad de Wuhan.
Esto dio resultados. Se logró controlar el incremento en los contagios. Poco a poco se fue tomando en control de la pandemia. Por un tiempo funcionó, y funcionó bien: la política salvó vidas y mantuvo la economía china en marcha.
Pero este encierro —a la larga— ha generado serias grietas en la economía asiática. Esto debido a que la cuarentena se sigue implementando en varias ciudades de China.
Shanghái, corazón económico del gigante asiático, ahora está bajo confinamiento estricto.
Actualmente, en China se vive una nueva ola de coronavirus, que se extiende desde Hong Kong hasta Shanghái. Y está mermando la salud poblacional y la economía china.