Los habitantes del balneario georgiano de Batumi, a orillas del mar Negro, han recordado al multimillonario y candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, que ha incumplido la promesa de construir un rascacielos que hizo durante su visita a la ciudad en abril de 2012.
Acompañado por el entonces presidente de Georgia, Mijail Saakashvili, el multimillonario desplegó una pomposa presentación de su "Trump Tower" de 47 plantas, que iba a contar con un hotel, un casino y otras instalaciones de ocio que debían atraer a miles de visitantes a la ciudad más turística de este país.
"Tras la presentación no hubo nada. Se hicieron muchas promesas de que muy pronto se levantaría en Batumi la Torre Trump. ¡Pero no está!", se quejó en declaraciones a Efe Gueorgui Masalkin, diputado del Parlamento autonómico de Adzharia.
La obras tenían que empezar casi inmediatamente después de la visita de Trump y concluir en un año y medio, entre finales de 2013 y principios de 2014, pero como ha recordado a Efe el presidente de Adzharia, Irakli Beridze, todo quedó en un espejismo, porque "las obras nunca empezaron".
Cuando medio año después de la presentación cambió el poder tanto en la autonomía como en toda Georgia, las nuevas autoridades descubrieron que ni tan siquiera existía documento alguno sobre la construcción de un rascacielos en Batumi.
"Se descubrió entonces que no había compromiso jurídico de ningún tipo sobre la construcción de la Torre Trump", reveló una fuente anónima en el Gobierno autonómico.
Los críticos de Saakashvili -actual gobernador de la ciudad ucraniana de Odessa reclamado por la Justicia de su país de origen para ser juzgado por varios casos de corrupción- recuerdan que en abril de 2012 el todavía mandatario georgiano ya temía perder el poder en las elecciones convocadas para octubre de ese año.
"Al sentir que sus posiciones se debilitan, Saakashvili invitó a Trump para mostrar al pueblo que tenía amigos muy influyentes en Estados Unidos. Condecoró a Trump y se intercambiaron todo tipo de halagos durante el acto celebrado a orillas del mar Negro", explica un experto.
Saakashvili calificó al hoy candidato a presidente de EEUU como "el mayor constructor y promotor inmobiliario del mundo, un hombre que se arriesga permanentemente sin escuchar a nadie, sin atender a los pesimistas".
"Sabe con seguridad aquello que quiere y no se detendrá ante nada para conseguirlo", dijo entonces.
Seis meses más tarde Saakashvili perdió las elecciones ante otro multimillonario, Bidzina Ivanishvili, el hombre más rico de Georgia que hizo su fortuna en Rusia y que poco después de derrotar a su adversario político abandonó el poder, tal y como había prometido durante la campaña electoral.
Saakashvili fue acusado de corrupción y muchos de sus grandes proyectos arquitectónicos, financiados por las arcas del Estado, fueron cancelados por el nuevo Gobierno con el argumento de dirigir los recursos a necesidades sociales.
La periodista Tamara Kiknadze recuerda que en 2012 se decía que el rascacielos sería construido con dinero público, mientras que Trump únicamente cedería su nombre a la torre a cambio de una suculenta recompensa del Gobierno georgiano.
También recuerda que tanto la oposición política como muchos de los habitantes de Batumi protestaron contra el proyecto, ya que el nuevo edificio iba a ser construido al lado del mar, en una zona recreativa muy apreciada por los ciudadanos.
Pese a la decepción con el multimillonario estadounidense, Batumi florece como el destino de sol y playa más popular del pequeño y cálido país del Cáucaso del Sur.
El turismo a Georgia ha batido todos los récord históricos en los primeros cinco meses de este año, con más de 2,1 millones de turistas, un 15,3 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado.
Con Información de El día