Este martes 17 de enero se iniciará en Nueva York el juicio a Genaro García Luna, el exsecretario de Seguridad Pública del gobierno mexicano durante el período del expresidente Felipe Calderón.
El Político
García Luna es acusado de beneficiar al Cártel de Sinaloa, liderado entonces, por el narcotraficante Joaquín Guzmán, “El Chapo”.
El proceso judicial podría durar unas ocho semanas y su condena se estima entre 10 años de cárcel y la cadena perpetua.
¿Por qué es importante?
García Luna será juzgado por haber aceptado presuntamente millones de dólares en sobornos a cambio de ayudar al poderoso cártel de Sinaloa a mover drogar y a evitar la captura de sus miembros.
El acusado era más conocido como el exsecretario de Seguridad Pública del expresidente Felipe Calderón, un hombre de aspecto rudo que dirigió la sangrienta guerra contra el narco entre 2006 y 2012.
Es el funcionario mexicano de más alto rango que se sienta en un banquillo de la justicia estadounidense.
La Fiscalía lo acusa de conspirar con miembros del Cártel de Sinaloa para exportar y distribuir droga en Estados Unidos entre 2001 y 2012, así como de mentir cuando en 2018 solicitó la nacionalidad estadounidense.
La fiscalía de Estados Unidos alega que era muy evidente que aceptó decenas de millones de dólares, a menudo metidos en maletines, reportó APNews.
Las pruebas en su contra incluyen recibos, aunque no está claro si eran de trabajos oficiales, de consultorías del sector privado, de pagos del cártel o de otros sobornos.
Afirman que siguió viviendo de sus ganancias ilícitas incluso después de mudarse a Estados Unidos, donde fue arrestado en 2019, aunque su defensa alega que era un empresario legítimo. Está previsto que la selección del jurado popular arranque el martes.
Entre líneas
El caso podría revelar cómo los cárteles han podido operar abiertamente durante tanto tiempo: con sobornos a la policía y al ejército hasta los cargos más altos.
“Desde hace décadas, las élites políticas en México, de todos los partidos, han buscado por todos los medios que generales, secretarios de Seguridad, comandantes de policía, secretarios de gobernación y altos funcionarios coludidos por el narco sean enjuiciados y encarcelados en cárceles mexicanas”.
Así lo indicó el analista de seguridad en México David Saucedo. “El juicio a García Luna en Estados Unidos rompe con ese esquema”.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, acogió con satisfacción un juicio que se espera que arroje luz sobre la corrupción en el gobierno de Calderón, a quien el mandatario acusa de haberle robado la presidencia en 2006.
Pero el propio López Obrador luchó con uñas y dientes para evitar que el exsecretario de Defensa, el general Salvador Cienfuegos, fuese juzgado en Estados Unidos por cargos similares en 2020.
También llegó a amenazar con expulsar a los agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) del país a menos que el general fuese devuelto a México, como acabó ocurriendo.
En contexto
El juicio comienza días después de la reunión entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y López Obrador en la Ciudad de México.
Los dos gobiernos se comprometieron a mantener la cooperación contra los cárteles del narcotráfico, especialmente frente al opioide sintético fentanilo, que contribuyó a más de 107.000 muertes por sobredosis en Estados Unidos en 2021.
López Obrador eliminó la policía civil federal que en su día dirigió García Luna y puso al ejército a cargo de gran parte de la seguridad del país.
García Luna se declaró no culpable
García Luna se declaró no culpable de los cargos de narcotráfico y de empresa criminal continuada. Si es condenado, podría pasar décadas en prisión.
En el tribunal de Brooklyn le espera un desfile de testigos gubernamentales, incluyendo miembros de alto nivel del cártel, nunca visto allí desde que el jefe del de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, fue condenado a cadena perpetua en 2019. Algunas de las acusaciones contra García Luna surgieron durante ese proceso.
“Mientras ocupaba cargos públicos, (García Luna) utilizó su posición para ayudar al cártel de Sinaloa, un conocido cártel mexicano del narcotráfico, a cambio de sobornos multimillonarios".
Así lo escribió el fiscal federal Breon Peace en un documento judicial la semana pasada.
Agregó que "en el juicio, el gobierno espera que numerosos testigos, incluyendo varios exmiembros de alto rango del cártel de Sinaloa, declaren acerca de los sobornos pagados al acusado a cambio de protección”.
Pasaje seguro para la droga
Y continuó: “A cambio de estos sobornos, el acusado proporcionó al cártel de Sinaloa, entre otras cosas, un pasaje seguro para sus cargamentos de drogas, información confidencial de las autoridades sobre investigaciones al cártel e información sobre cárteles rivales”, apuntó Peace.
“Estos pagos permitieron que, en ocasiones, el cártel recibiese avisos anticipados de las operaciones de las fuerzas de seguridad para detener a miembros y permitía que fuesen liberados si eran detenidos”.
Antes de condenar a Guzmán en 2019, los jurados del proceso en Nueva York escucharon como Jesús Zambada, un exmiembro de la organización criminal, declaró que él había realizado personalmente pagos por importe de al menos 6 millones de dólares a García Luna, en nombre de su hermano mayor, el jefe del cártel, Ismael “El Mayo” Zambada.
En la actualidad se cree que el grupo está dirigido por Zambada y por al menos tres de los hijos de Guzmán, uno de los cuales fue detenido a principios de mes en base a una petición de extradición de Estados Unidos.
En conclusión
BBC señala que García Luna fue duurante años uno de los hombres más poderosos de México, el líder que encabezó la guerra contra los carteles de la droga.
Hoy, a sus 54 años, Genaro García Luna es el más alto funcionario mexicanos jamás juzgado en Estados Unidos por narcotráfico.
La justicia estadounidense alega que a partir de enero de 2001 se "convirtió en miembro de la conspiración del Cártel de Sinaloa".
Los funcionarios agregaron que García Luna ayudó a la organización criminal para que no se interrumpiera el tráfico de droga.
En ese contexto, el alto funcionario informó de operaciones policiales y detuvo a miembros de cárteles rivales y colocó a otros funcionarios corruptos en influyentes puestos de poder. A cambio, recibió "millones de dólares".
Fue detenido el 4 de diciembre de 2019 en Dallas, estado de Texas (sur), García Luna. Sin embargo, se declaró no culpable de los cargos que podrían acarrearle una condena de entre 10 años de cárcel y cadena perpetua.