El futuro de Internet se sigue ventilando en la Corte Suprema. Pero los jueces continúan sin una idea clara de qué es lo que deben hacer.
El Político
Se trata de casos tecnológicos sumamente complejos, por la serie de implicaciones que poseen. Precisamente en una Corte Suprema que no ha tenido buenas experiencias anteriores en casos vinculados a temas digitales.
Las dudas de los jueces son —hasta cierto punto— razonables. Pues los juristas se están metiendo en un territorio que desconocen.
En este contexto resulta poco probable que el tribunal sentencie una decisión radical. Que, además, tenga ramificaciones desconocidas, precisamente en uno de los juicios que mantiene muy expectante a la opinión pública.
El futuro de internet se decide en la Corte Suprema de Estados Unidos https://t.co/C5MBmO8e3q
— El Nacional (@ElNacionalWeb) February 22, 2023
Juicios que preocupan a las big tech
Por tratarse de juicios sobre temas digitales, las empresas tecnológicas grandes, las big tech y las pequeñas, han estado siguiendo los casos.
Pues están inquietas sobre lo que los jueces decidan. Que vayan a cambiar la forma en que los sitios recomiendan y moderar el contenido en el futuro. Lo que, además, hacer que los sitios web sean vulnerables a docenas de demandas, amenazando su permanencia activa.
Las empresas tecnológicas grandes y pequeñas temen que los jueces puedan cambiar la forma en que los sitios recomiendan y moderar el contenido en Internet https://t.co/LviaPmH5Mm
— CNN en Español (@CNNEE) February 22, 2023
En contexto
Uno de los casos más sonados que se ventila en la Corte Suprema, es el presentado por la familia de Nohemi González, una estudiante estadounidense que fue asesinada en un bistró de París en 2015.
El incidente lamentable ocurrió, justo después de que terroristas de ISIS abrieran fuego contra el local.
Ahora, su familia busca responsabilizar a YouTube, la subsidiaria de Google, por su muerte. Esto debido a que argumentan una la supuesta promoción del sitio, a través de algoritmos, de videos terroristas.
La familia sustentó su demanda en una ley federal llamada Ley Antiterrorista de 1990. Esta autoriza tales demandas por lesiones, "en razón de un acto de terrorismo internacional".
Los gigantes de internet se juegan su futuro en la Corte Suprema de Estados Unidos https://t.co/OTyq62AGjJ pic.twitter.com/67iJWmFTOt
— LA NACION Mundo (@MundoLN) February 22, 2023
Instancias inferiores experimentaron
un laberinto de problemas
Los tribunales de inferior jerarquía desestimaron la querella. Para eso, citaron la Sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones de 1996.
Esta ley se ha utilizado durante años para proporcionar inmunidad a los sitios web. Precisamente de lo que un juez llamó el martes un "mundo de demandas" que se derivan de contenidos de terceros. La familia González ha argumentado que la Sección 230 no protege a Google de la responsabilidad, cuando se trata de recomendaciones dirigidas.
Los argumentos orales derivaron en un laberinto de problemas, lo que generó inquietudes sobre los algoritmos de tendencia, las ventanas emergentes en miniatura, la Inteligencia Artificial, los emojis, los patrocinios e incluso las reseñas de restaurantes en Yelp.
González v. Google – Corte Suprema de Estados Unidos ⬇️
Se podría considerar la regulación del algoritmo de sugerencia, así como auditorías de contenido en tiempo real previstas en la regulación europea (DSA/DMA) para intentar mitigar estos casos. https://t.co/ubBsHXtHJN
— Agustina Perez Comenale (@PerezComenale) February 22, 2023
Jueces abrumados
Pero al final del día, los jueces parecían abrumados y frustrados. Esto con el alcance de los argumentos que tenían ante ellos y no lograban dibujar con claridad el camino a seguir.
Los jueces dijeron, en varias ocasiones, que estaban confundidos por los argumentos que tenían ante ellos. Una señal de que podrían encontrar una forma de eludir su opinión sobre el fondo, o enviar el caso de vuelta a los tribunales inferiores para más deliberaciones. Además, los jueces parecían lo suficientemente asustados, como para moverse con sumo cuidado.
En este sentido, la jueza Ketanji Brown Jackson, comentó que: "me temo que estoy completamente confundida, por cualquier argumento que estén presentando en este momento".
Lo propio comentó el juez Clarence Thomas a la mitad de los argumentos: "todavía estoy confundido".
Adicionalmente, la jueza Elena Kagan, sugirió —incluso—que el Congreso interviniera: "quiero decir, somos un tribunal. Realmente no sabemos acerca de estas cosas. Ya sabes, estos no son como los nueve mejores expertos en Internet", dijo entre risas.
Intentando que no halla demandas sofocantes
En este contexto de falta de comprensión, el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, trató de hacer una analogía con un vendedor de libros.
Sugirió que Google recomendara cierta información no es diferente a que un vendedor de libros envíe a un lector a una tabla de libros con contenido relacionado.
En un momento del juicio, cuando la abogada de Google, Lisa Blatt, se puso de pie, advirtió a los jueces que la Sección 230: "creó el Internet de hoy, porque el Congreso tomó esa decisión, para evitar que las demandas sofocaran el Internet en su infancia".