En Brasil, donde el fútbol es una pasión nacional, el juego está demostrando ser crucial para el deporte de la política electoral en la ciudad de Belo Horizonte en medio de la creciente aversión a los políticos de carrera.
La segunda vuelta electoral por la alcaldía de esa urbe, la sexta más grande del país, está protagonizada por dos candidatos vinculados al club local Atlético Mineiro de primera división, uno como ex jugador y el otro como su ex presidente.
El arquero retirado Joao Leite, que obtuvo el 33,4% de los votos en la primera ronda este mes, enfoca gran parte de su campaña en sus días como jugador. "De héroe del Atlético al hombre que mejorará Belo Horizonte", es como suele ser presentado en sus eventos públicos.
Su rival electoral es Alexandre Kalil, ex presidente del Atlético, uno de los ejecutivos de clubes más exitosos en la historia reciente del fútbol brasileño tras conducir al equipo a varias victorias sobre su archienemigo Cruzeiro, al título de la Copa Libertadores en 2013 y a la contratación del astro Ronaldinho.
Se sintió obligado a asegurarles a los votantes que "también gobernará Belo Horizonte para los aficionados del Cruzeiro" después de que sus detractores se quejaron de que surgió un antiguo video en el que él aparecía como presidente y afirmaba que quería destruir al Cruzeiro, así como declaraciones recientes de que sus enemigos lo acusarían de "ser un pedófilo y, por fin, un aficionado del Cruzeiro". De todas formas Kalil obtuvo el 26,5% de los votos en la ronda preliminar.
Ambos volverán a enfrentarse el 30 de octubre, y un sondeo del Instituto Ibope dado a conocer el viernes muestra a Kalil al frente por primera vez con 41% de los sufragios, en comparación con Leite, que tenía el 35%. La encuesta, efectuada por una de las organizaciones de sondeos más respetadas de Brasil, le hizo preguntas a 1.001 electores y tenía un margen de error de 3 puntos porcentuales.
Desde hace años algunos exastros del fútbol de Brasil han participado en la política del país. Un ejemplo es el senador Romario de Souza Faria, muy conocido por su papel como delantero en la selección brasileña que ganó el Mundial de 1994 y que suele usar sólo su nombre de pila.
Pero los analistas creen que ese tipo de personas ajenas a la política en un país obsesionado con este deporte podrían ser aún más atractivas en momentos en que Brasil enfrenta su peor recesión en décadas, un largo pleito por enjuiciar a la ex presidenta Dilma Rousseff en el que ella fue destituida recientemente y un gigantesco escándalo de corrupción en la paraestatal Petrobras.
"La gente no se está sintiendo representada y los candidatos como (Kalil y Leite), con muy pocos antecedentes políticos, podrían convertirse en una tendencia", dijo Fabio Wanderley Reis, profesor de ciencias políticas en la Universidad Federal Minas Gerais. "El irle a un equipo de fútbol en especial no debería ser un problema, pero el podrido sistema partidista de Brasil y los actuales escándalos hicieron de éstas dos opciones viables".
Los partidos tradicionales y los políticos de carrera sufrieron una paliza en la primera ronda electoral en Belo Horizonte, ubicado a unos 440 kilómetros (275 millas) al norte de Río de Janeiro. Por ejemplo, un congresista del Partido de los Trabajadores al que pertenece Rousseff, y que ha estado cuatro períodos en el puesto, sólo obtuvo el 7% de los votos.
Leite saltó a la fama en la década de 1980 mientras jugaba para el Atlético. Inició un movimiento religioso conservador llamado "Los atletas de Cristo" en el que regalaba biblias a sus rivales y oraba en los vestuarios.
Tras retirarse del deporte, se desempeñó durante un período en el concejo municipal de Belo Horizonte y luego cuatro períodos en la legislatura estatal.
Pero aún hace mención a su pasado como jugador en el que se hizo famoso.
"En la segunda mitad de su vida, Joao ya no defiende la portería", afirma un narrador que imita a los cronistas deportivos en un video de campaña dado a conocer recientemente. "¡Está defendiendo a la gente de Belo Horizonte!"
"Ahora quiero jugar en el mediocampo", afirma Leite en el mismo video. "Quiero ser el hombre experimentado y equilibrado que encabezará la ofensiva para que Belo Horizonte mejore".
Kalil se hizo popular al conducir exitosamente al Atlético a varias victorias sobre su archirrival Cruzeiro, al título de la Libertadores en 2013 y a la contratación de Ronaldinho. Su lema de campaña no podría ser más opuesto a los políticos de siempre: "Ya basta con los políticos. Vote por Kalil".
El periodista televisivo Heverton Guimaraes, que cubre ampliamente las actividades del Atlético, dijo que ambos candidatos aún tienen influencia sobre el club, pero se refieren al fútbol en forma distinta cuando hacen campaña. Como un ícono del Atlético, Leite no habla mucho sobre su época como jugador, mientras que Kalil suele mencionar frecuentemente el hecho de que manejó el club con el fin de establecer un vínculo entre ese éxito y la labor que desea hacer de administrar la ciudad, señaló Guimaraes.
Tal vez más que los otros electores, los aficionados del Atlético están pasando apuros para decidir por cuál de los dos votar.
"Estamos divididos entre un jugador icónico que nos enorgulleció durante más de una década y el presidente que nos dio nuestro mayor título en 2013″, escribió el aficionado Bruno Soares en la página del equipo en Facebook. "No es fácil elegir".
Con información de El Nuevo Herald