Jóvenes de 14 años fusilaban a sus compañeros: la barbarie del reclutamiento de menores en las FARC, que se extiende a Venezuela
La ONG Fundaredes denunció este lunes que grupos guerrilleros colombianos mantienen una «peligrosa presencia» en al menos 325 escuelas de cinco estados de Venezuela, lo que les ha permitido censar para un eventual proceso de captación a más de 20 000 menores del país suramericano.
De acuerdo con el último boletín de la ONG, 20 624 estudiantes fueron empadronados por la guerrilla colombiana durante un supuesto programa de entrega de útiles escolares denominado «amigos de la escuela», que opera en los estados de Táchira, Zulia, Apure (oeste), Bolívar y Amazonas (sur), los primeros cuatro limítrofes con Colombia.
Iván González, magistrado de la JEP encargado de desentrañar este fenómeno, reveló las terribles prácticas a las que eran sometidos niños y adolescentes.
¿Cómo está enfrentando este desafío de investigar el reclutamiento de menores de edad por parte de las FARC?
“Estamos enfrentando el desafío no solamente en relación con el reclutamiento, sino en todas las consecuencias que trae. Estamos intentando establecer cuáles fueron las condiciones relacionadas con la violencia sexual, con el control de planificación, con los abortos. También con otras actividades propias de la guerra: la utilización de los niños en el empleo de las armas”.
«La crisis económica en Venezuela ha sido aprovechada por estas organizaciones criminales para intentar calar más fácilmente en niños y jóvenes a quienes les ofrecen útiles escolares y regalos, e incluso dinero para convencerlos de que formen parte de sus filas», indica Fundaredes en su reporte.
Las escuelas venezolanas, prosigue el reporte, «son utilizadas como centros de adoctrinamiento e ideologización a través de entrega de folletos, charlas y actividades recreativas para los estudiantes».
En el texto la ONG asegura que en Venezuela «actúan» diversos frentes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército Popular de Liberación (EPL).
«Además de grupos paramilitares y bandas criminales con alto poder de fuego vinculadas al narcotráfico, el contrabando y la trata de personas», añade.
El Parlamento venezolano, que controla la oposición, ha denunciado la permisividad de la dicta
Cifras sobre este fenómeno
Señala el juez que la información oficial que tenemos es bastante precaria. Por ejemplo, no tenemos sino cerca de 9.000 registros únicos de víctimas de reclutamiento.
Hay otros datos a nivel no estadístico que cifran el reclutamiento de menores de edad en más de 15.000, la mayoría hombres y casi 3.000 mujeres. De todos estos datos, realmente solo hemos encontrado 10 sentencias condenatorias. Hemos identificado 318 personas sindicadas. De esas, solo 139 están dentro de la Jurisdicción Especial para la Paz.
Es vergonzoso que después de semejante barbarie que solo haya 10 sentencias
¿Han podido documentar episodios de menores que tuvieron que asesinar a sus compañeros?: Ante faltas graves, jóvenes de 14 y 15 años tenían que fusilar a sus compañeros que consideraban parte del ‘parche’ de ellos, con quienes tenían una estrecha relación y, sin embargo, tenían que fusilarlos.Hace parte de las distorsiones propias de la guerra, pero también del régimen disciplinario que se implanta dentro de un ejército irregular.
Las consecuencias de la guerra y el narcotráfico, huérfanos y viuda
La subregión del bajo Cauca en Antioquia ha vivido varias épocas violentas, especialmente en 2008 y este 2019. El cruento conflicto que se ha desatado y afecta a las comunidades se debe a las disputas por las rutas del narcotráfico, la minería ilegal y los cultivos ilícitos. Estas rentas criminales son el principal botín que se disputan grupos ilegales conocidos como Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Clan del Golfo) -antes conocidas como Urabeños– y una disidencia de esa banda criminal a la que llaman Caparrapos o Caparros, y miembros del ELN.
Ahora los jovencitos son la carne de cañon
Foto referencia, informacion de El Mundo, Caracol radio