La recién formada Fuerza Espacial de Estados Unidos, creada a instancias del presidente, Donald Trump, se está desplegando tropas en una nueva y vasta frontera: la península arábiga.
El Político
La Fuerza Espacial tiene ahora un escuadrón de 20 efectivos destinados en la Base Aérea catarí de Al-Udeid, su primer destino en el extranjero, siendo la sexta de las fuerzas armadas estadounidenses y la primera que se crea desde la introducción de la Fuerza Aérea en 1947.
Según AP el proyecto ha provocado escepticismo en el Congreso, sátira en Netflix y, debido a un logo muy similar, bromas sobre “Star Trek” y batallas intergalácticas.
Es posible que en el futuro se libren guerras en el espacio, pero el desierto árabe ya ha visto lo que los expertos describen como la primera “guerra espacial”, la operación Tormenta del Desierto de 1991 para expulsar a fuerzas iraquíes de Kuwait.
Estados Unidos afronta ahora nuevas amenazas en la región, del programa iraní de misiles y de los esfuerzos por piratear e inutilizar los satélites.
“Empezamos a ver a otros países que son extremadamente agresivos preparándose para llevar el conflicto al espacio”, dijo a The Associated Press el coronel Todd Benson, director de las tropas de la Fuerza Espacial en Al-Udeid. “Tenemos que poder competir y defender y proteger todos nuestros intereses nacionales”.
En una ceremonia celebrada este mes en Al-Udeid, 20 miembros de la Fuerza Aérea flanqueados por banderas estadounidenses y grandes satélites entraron en la Fuerza Espacial. Pronto se les sumarán más efectivos para formar una unidad de “operadores espaciales clave”, que gestionarán satélites, seguirán la pista de maniobras enemigas e intentarán evitar conflictos en el espacio.
“Las misiones no son nuevas, y la gente no es necesariamente nueva”, dijo Benson.
Eso preocupa a algunos legisladores estadounidenses, que ven la nueva rama, con sus planes de tener 16.000 efectivos y un presupuesto de 15.400 millones de dólares en 2021, como un proyecto capricho de Trump antes de las elecciones presidenciales de noviembre.
Las preocupaciones sobre la militarización del espacio exterior existen desde hace décadas. Pero conforme aumenta la competencia por el espacio, expertos militarse han defendido la necesidad de crear un cuerpo espacial para defender los intereses estadounidenses.
Las amenazas de países rivales han crecido desde la Guerra del Golfo en 1991, cuando el Ejército de Estados Unidos utilizó por primera vez coordenadas GPS para indicar a las tropas dónde estaban en el desierto cuando expulsaban de Kuwait a las fuerzas del dictador iraquí Saddam Hussein.
El gobierno de Trump ha impuesto sanciones a la agencia espacial iraní, a la que acusa de desarrollar misiles balísticos amparándose en un programa civil para poner satélites en órbita.
Las autoridades estadounidenses insisten en que el nuevo despliegue de la Fuerza Espacial pretende asegurar los intereses estadounidenses, no desatar una carrera armamentística fuera de la Tierra.