En respuesta a la violenta represión de las fuerzas de seguridad contra los manifestantes, Estados Unidos (EEUU) anunció este jueves nuevas medidas contra Myanmar.
El Político
Los ciudadanos de esa nación han salido a las calles a protestar contra el golpe de Estado del 1 de febrero.
En concreto, EEUU endureció el control a las exportaciones de Myanmar al reclasificarlo en el mismo grupo que otros adversarios -como Rusia y China,.
Esto en cuanto al nivel de escrutinio de cualquier tecnología o material sensible e impuso restricciones a cualquier exportación que pueda tener un uso militar.
In response to shocking and deadly violence against protestors in Burma, @CommerceGov is announcing further restrictions to constrain the Burmese military regime's access to U.S. goods and technology. We call for the restoration of democracy in Burma.
— Secretary Antony Blinken (@SecBlinken) March 4, 2021
El secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que EEUU está tomando las últimas medidas “en respuesta a la impactante y mortal violencia contra los manifestantes en Birmania”.
More than any other time in my career – maybe in my lifetime – distinctions between “domestic” and “foreign” policy have fallen away. Our domestic renewal and our strength in the world are completely entwined, and how we work will reflect that reality. pic.twitter.com/U81P2LAHRN
— Secretary Antony Blinken (@SecBlinken) March 4, 2021
En su cuenta de Twitter, indicó: “Pedimos la restauración de la democracia en Birmania”.
El Departamento de Comercio indicó que, además de las medidas ya adoptadas, está estudiando otras acciones “en respuesta al golpe militar y la escalada de violencia contra los manifestantes pacíficos”.
La nueva normativa afecta a las exportaciones a los ministerios de Defensa e Interior de Myanmar, así como a dos empresas estatales, Myanmar Economic Corporation y Myanmar Economic Holding Limited.
Indignación estadounidense
Por su parte, Ned Price, portavoz del Departamento de Estado, expresó su indignación tras la muerte de más manifestantes a manos de la Junta.
Vale recordar que el 1 de febrero dicha junta derrocó al gobierno liderado por Aung San Suu Kyi tras una década de democracia en el país asiático.
“Esta última escalada de violencia demuestra el hecho del completo desprecio de la junta por su propio pueblo, por el pueblo de Birmania. Es inaceptable”, sostuvo Price.
Agregó que: “EEUU seguirá respondiendo junto con nuestros socios y aliados de todo el mundo”.
El portavoz estadounidense también dijo que está “profundamente preocupado” por las detenciones de periodistas. Por ello, renovó el llamamiento a su inmediata liberación.
Los birmanos volvieron a protestar este jueves en las calles del país pese al miedo y la sangrienta represión, que ha dejado al menos 54 personas muertas, según datos de la ONU.
No más asesinatos
La ONU ha pedido a las fuerzas del orden que dejen de “asesinar” a los manifestantes.
“I will continue my efforts in solidarity with the people of Myanmar. Their hope will depend on unified support and action from the Security Council.”
— Special Envoy @SchranerBurgen1 on Friday. https://t.co/dhBTEFrtJ9
— United Nations (@UN) March 5, 2021
El número de heridos sería de varios centenares y habría muchos más de los 1.700 detenidos arbitrariamente que se han reportados, en vista de que las protestas se producen en 537 lugares diferentes del país,
Así lo detalló la Oficina de derechos humanos de la ONU.
El ejército “debe dejar de asesinar y de encarcelar a los manifestantes”, exigió la Alta Comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet.
“Estoy consternada también por los ataques registrados contra el personal médico de los servicios de emergencia y las ambulancias que intentan socorrer a las personas heridas”, añadió.
Human Rights Watch (HRW), por su parte, denunció que las fuerzas del orden de Myanmar “parecen intentar cortar las piernas del movimiento antigolpe a través de la violencia gratuita y la pura violencia”.
Richard Weir, investigador de Crisis y Conflicto de la organización, recalcó que “el uso de fuerza letal contra los manifestantes demuestra lo poco que las fuerzas de seguridad temen ser juzgadas por sus acciones”.
La organización Fortify Rights reclamó, en tanto, que la junta militar que perpetró un golpe de Estado el pasado 1 de febrero termine “inmediatamente sus ataques mortales en todo el país contra manifestantes no violentos
Insta a la junta militar a "devolver el poder al gobierno electo”.
En un tono similar, la asociación de Parlamentarios de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) por los derechos humanos (APHR) expresó su repulsa a la violencia desplegada por las fuerzas de seguridad.
Continúan las protestas
”¿Cuándo va a parar el Ejército? ¿Acaso intenta matar o arrestar al 80 % del país que en noviembre votó para echarles de la política de Birmania’”, se preguntó Charles Santiago.
Se trata del presidente de APHR y parlamentario de Malasia, quien calificó la acción de "nauseabunda".
Las protestas continúan en el país. En Rangún, la capital económica, se formaron pequeños grupos. “Estamos unidos”, corearon los manifestantes.
Los protestantes se escudaron detrás de barricadas construidas con viejos neumáticos, ladrillos, sacos de arena, bambú y alambre de púas.
No lejos de allí, los comerciantes trataban de vender rápidamente su mercancía. “Es peligroso permanecer aquí.
La policía y el ejército disparan también en las calles. Más vale regresar a casa y volver a salir de noche”, contó a la agencia AFP un vendedor de comida.
Algunas protestas fueron dispersadas con gas lacrimógeno y se escucharon disparos, según un medio local.
Los transeúntes caminaban sobre carteles del jefe de la junta Min Aung Hlaing, pegados en el suelo, un ardid para molestar a las fuerzas del orden.
Fuente: infobae
Con información de AFP y EFE