El gobierno francés sobrevivió a dos mociones de censura el lunes para permitir la adopción inmediata del impopular proyecto de ley de reforma de pensiones del presidente Emmanuel Macron sin celebrar una votación completa en el parlamento.
El Político
En un recuento más ajustado de lo esperado, la primera moción obtuvo 278 votos, solo nueve menos de los 287 necesarios para derrocar a la primera ministra Elisabeth Borne. La segunda obtuvo 94.
"Hemos llegado al final de la vía democrática de esta reforma esencial para nuestro país", dijo Borne en Twitter.
Sin embargo, el Gobierno de Macron sigue enfrentándose a protestas y huelgas por su decisión de utilizar los poderes ejecutivos para impulsar un impopular aumento de la edad de jubilación.
Je viens d’échanger avec Olivier Dubois : il est en bonne santé. Soulagement immense pour la Nation, pour ses proches et ses confrères journalistes. Grande reconnaissance au Niger pour cette libération. https://t.co/MfocFXyVFp
— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) March 20, 2023
¿Por qué es importante?
Aunque el resultado supone cierto alivio para Macron y cierra esencialmente el debate político sobre el proyecto de ley, se espera que la presión continúe en dos frentes.
Algunos analistas sostienen que más que nunca, el partido del presidente mostró su debilidad en la Asamblea Nacional, donde el Ejecutivo de Élisabeth Borne se enfrentó a dos mociones de censura, para totalizar 16 desde que hace un año fue nombrado, y salvó el pellejo por un estrecho margen.
Personas del gobierno, políticos de la oposición y observadores han expresado su temor de que Francia pueda experimentar otra ronda de revueltas espontáneas contra el gobierno en ciudades y pueblos pequeños, no solo por el aumento de la edad de jubilación a 64 años, sino también por la desconfianza en el sistema político, solo unos años después de que el movimiento de los gilets jaunes sacudiera el primer mandato de Macron.
Según algunos observadores, una opción para Macron en las próximas semanas podría ser sustituir a Borne y remodelar el Gobierno para intentar recomponer su imagen.
Aunque la primera ministra, Élisabeth Borne, evitó tener que dimitir instantáneamente, el presidente sigue bajo presión para romper su silencio y apuntalar el gobierno en medio de la creciente ira en las calles.
Los políticos de la oposición en el Parlamento le acusan de arrogancia, negación de la democracia y de no haber aprendido del movimiento de protesta antigubernamental de los gilets jaunes (chalecos amarillos) de hace cuatro años, reportó TheGuardian.
En contexto
La reforma, que incluye el aumento en dos años de la edad mínima de jubilación en Francia, hasta los 64 años, está ahora lista para ser promulgada, aunque se enfrenta a continuos rechazos por parte de los legisladores de la oposición y a nuevas marchas callejeras, que en ocasiones se han vuelto violentas.
Ya se ha convocado una nueva jornada de huelga nacional para el jueves.
Las mociones de censura fueron presentadas por los partidos de la oposición en un intento de anular la decisión de Macron la semana pasada de utilizar una disposición constitucional -conocida como el artículo 49.3- para evitar una votación en la Asamblea Nacional.
La primera moción de censura, presentada por Charles de Courson, el diputado más veterano de Francia y miembro del pequeño grupo centrista de la oposición Liot, fue derrotada por un estrecho margen: se quedó a nueve votos de la mayoría absoluta necesaria. Un total de 278 diputados votaron a favor.
La moción obtuvo el apoyo de políticos de la agrupación de izquierdas Nupes, así como de la extrema derecha de Marine Le Pen, independientes y algunos diputados del derechista Les Républicains.
Una segunda moción de censura presentada por el partido de Le Pen, la Agrupación Nacional, fue rechazada.
Después de que el Gobierno ganara ambas votaciones, es probable que los cambios propuestos por Macron en el sistema de pensiones se conviertan rápidamente en ley. Pero el Consejo Constitucional francés será consultado sobre la ley y los partidos de la oposición quieren solicitar una forma de referéndum.
Entre líneas
Varios sectores, como los transportes, la educación o la recogida de basuras de diversas ciudades, mantienen llamamientos a la huelga en los próximos días y los sindicatos han convocado una novena jornada de paros y manifestaciones para este jueves.
Durante el debate de las mociones de censura, la primera ministra defendió que la reforma fue uno de los compromisos de Macron durante la campaña y acusó a la oposición de otorgar más legitimidad a la calle que a las instituciones. "Acaba la vía democrática de esta reforma esencial", indicó la jefa del Gobierno tras el rechazo de las mociones.
La jefa del Gobierno aseguró que "nadie tiene el monopolio para hablar en nombre del pueblo" y pidió respeto por las instituciones democráticas.
Según comunicó la Presidencia, Macron se reunirá este martes con Borne y con los líderes parlamentarios de los tres partidos que apoyan su Gobierno.
Luego, almorzará con los presidentes de ambas cámaras legislativas, la de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet, y el del Senado, Gérard Lacher. A última hora de la tarde, están convocados en el Elíseo todos los parlamentarios de los partidos que apoyan al presidente.
La oposición se crece
Tanto la izquierda como la extrema derecha casi vieron lo ajustado del resultado como una victoria, ya que aseguraron que el respaldo del Ejecutivo se degrada con el paso de los meses.
Además, anunciaron un recurso ante el Consejo Constitucional contra la reforma de las pensiones, lo que retrasará unas semanas su entrada en vigor.
Pero la izquierda fue clara al apelar a proseguir el combate contra esa reforma en las calles, donde desde principios de año los sindicatos han multiplicado las jornadas de manifestación y las huelgas. "Nueve votos no pueden detener la democracia social.
El pueblo tiene que tomar cartas en el asunto y es lo que va a hacer", aseguró el líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon, que apeló a seguirse manifestando contra esa reforma que retrasa dos años, hasta los 64, la edad mínima de jubilación.
En conclusión
Con los cambios de Macron, la edad mínima general de jubilación aumentará de 62 a 64 años, algunos trabajadores del sector público perderán privilegios y habrá un aumento acelerado del número de años de trabajo necesarios para tener derecho a una pensión completa.
Pero es probable que las tensiones continúen en la calle en los próximos días, con una importante jornada de huelga y protestas prevista para el jueves.
Macron está sometido a presión para que se dirija a la nación y aclare cómo pretende que el Gobierno siga funcionando, y si podría haber una remodelación. La formación centrista de Macron perdió la mayoría absoluta en las elecciones del pasado junio, dejando al Gobierno en una posición débil.
Las mociones de censura fueron convocadas en protesta porque el Gobierno utilizó controvertidos poderes ejecutivos para impulsar los cambios en las pensiones el jueves sin una votación en el Parlamento.