El Fondo Monetario Internacional (FMI) cree que el reciente ajuste fiscal impulsado por el Gobierno uruguayo "es el camino a seguir" e instó al país a continuar con "la lucha para bajar la inflación", dijo hoy el jefe del Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner.
El economista mexicano participó este martes en Montevideo en una conferencia de alto nivel denominada "América Latina: Reformas estructurales para impulsar el crecimiento económico".
"El plan de consolidación fiscal del Gobierno creemos que es el camino a seguir, una consolidación gradual pero sostenida en la parte fiscal, continuar con la lucha para bajar la inflación a los niveles que habíamos visto en promedio en los últimos 10 años", afirmó ante la prensa el economista del FMI.
El Gobierno uruguayo anunció a finales de mayo el proyecto de ley de Rendición de Cuentas, en el que se incluyeron medidas como una modificación al alza de algunas franjas del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y postergar a 2018 algunas partidas de gasto público previstas para 2017.
La inflación en el acumulado de los últimos doce meses en Uruguay se situó en el 10,94 %, según los datos de junio del Instituto Nacional de Estadística del país.
"Claramente se necesita, como en toda la región, dado el cambio en las circunstancias, llevar a cabo un proceso de consolidación fiscal gradual y sostenido. (El de Uruguay) no es un tema como en otros países de la región, donde sí pensamos que hay que hacer un cambio rápido, mandar una señal importante a los mercados", dijo Werner.
"Creemos (el FMI) que en Uruguay lo que es importante es mantener las tendencias que se habían observado en el pasado para que no se vea afectado en términos de mercado por los fenómenos que estamos viendo en otros países", como la reducción de la calidad crediticia y el aumento del costo de financiación, dijo el economista.
En ese sentido, señaló que si bien los estudios anuales del FMI apuntan a que Uruguay es una de las economías regionales que mejores índices presenta para mantener su calificación crediticia en grado inversor, destacó que ahora tiene que hacer un "esfuerzo mayor" debido a una coyuntura internacional más compleja.
Por otro lado, Werner indicó que en Uruguay, cuya economía vive un momento de desaceleración, se están viendo los "efectos geográficos de estar en (…) una región donde encontramos los principales casos de contracción económica, de movimientos y volatilidad cambiaria, de incertidumbre y de caída de la inversión".
En la apertura de la conferencia de hoy en Montevideo también estuvo el ministro de Economía de Uruguay, Danilo Astori, quien señaló ante la prensa que uno de los temas que están sobre la mesa en la región es el de la diversificación de las inversiones y de las exportaciones e importaciones de bienes y servicios.
"Compartimos el camino de la diversificación. América Latina, y en particular Uruguay, necesita multiplicar sus opciones, pero no siempre esto se hace incrementando el número de actividades, sino trabajando dentro de las que ya existen", aseguró el ministro.
En ese sentido, una de las últimas opciones de inversión extranjera directa que se le ha planteado a Uruguay es la de la instalación de una nueva planta de celulosa, que sería la tercera en el país, por parte de la empresa finlandesa UPM.
Para que se concrete el acuerdo, que supondría una inversión de la firma de unos 4.000 millones de dólares, el Estado uruguayo tendrá que invertir unos 1.000 millones de dólares para efectuar mejoras en su infraestructura logística, principalmente en su red vial y ferroviaria.
Sobre ello, Werner comentó que esa inversión en infraestructura "tiene efectos positivos en el corto plazo, estimulando la demanda agregada, y en el largo plazo, estimulando la competitividad", aseguró.
Con Información El País