El coronavirus ha pulverizado un histórico mantra alemán: la aversión al endeudamiento. El Ejecutivo de Berlín aprobó un paquete de gasto que implicaría que podría sumar 356.000 millones de euros.
El Político
La Canciller Angela Merkel suspendió la cuarentena a la cual se sometió después de que un médico con el que estuvo en contacto haya dado positivo de coronavirus, pero no estuvo en la rueda de prensa efectuada en Berlín este lunes en la que Alemania, la mayor economía europea, decidió suspender las restricciones constitucionales al endeudamiento, según indicó el ministro de Finanzas, Olaf Scholz.
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"Estamos mostrando desde el inicio que lucharemos con todas nuestras fuerzas contra esta crisis ocupándonos de las cuestiones sanitarias para nuestros ciudadanos o de la actividad económica en el país", dijo Scholz.
"Vamos a hacer todo lo necesario para defender a las empresas y los empleos", subarayó Scholz.
En una reunión extraordinaria -y con la participación remota de la canciller Angela Merkel, que estaba en cuarentena antes de dar negativo por COVID-19 en el primer test- el Consejo de Ministros aprobó un conjunto de medidas por cientos de miles de millones de euros, inédito desde la Segunda Guerra Mundial, para atenuar la contracción económica que, prevé, rondará el 5% debido a la pandemia del nuevo coronavirus.
Este paquete prevé ayudas masivas a las empresas y los asalariados, por los cuales Alemania va a contraer nuevas deudas por 156.000 millones de euros, según el texto aprobado por el consejo de ministros y que debe ser avalado por el Parlamento esta semana.
El Ministerio de Finanzas prevé un gasto de 122.500 millones en medidas de apoyo al sistema sanitario y a la estructura económica del país, así como una caída de la recaudación de 33.500 millones de euros. En el ámbito económico, el grueso del gasto irá destinado al fondo de rescate para autónomos sin empleados y empresas de hasta diez trabajadores, que finalmente tendrá una dotación de hasta 50.000 millones de euros.
Una caída en la economía del 5%
Durante la rueda de prensa, el ministro de Economía, Peter Altmaier, dijo que se prevé para 2020 una contracción económica de alrededor del 5% por el impacto de la pandemia. "Esperamos un descenso de la actividad económica (este año) y será al menos tan alta como en 2008-2009″ cuando el Producto Interior Bruto alemán disminuyó un 5%, dijo el ministro. Antes de la crisis, el gobierno esperaba un crecimiento del PIB del 1,1% para este año.
Superado el susto por la salud de Merkel
El portavoz del Gobierno, Steffen Seibert, informó en un comunicado de que “un médico que le puso una vacuna profiláctica del neumococo el viernes por la tarde ha dado positivo de coronavirus”. Se trata de una vacuna contra la neumonía, que se administra de forma regular a personas mayores de 60 años.
Las nuevas medidas optan por controlar los contactos, en lugar de ordenar el confinamiento. Quedan prohibidas las reuniones de más de dos personas, salvo en el caso de las familias o de quienes vivan bajo un mismo techo. Se aplicarán durante un mínimo de dos semanas y quien no las cumpla podrá ser sancionado con multas.
El hasta ahora venerado déficit cero en los presupuestos, el célebre Schwarze Null alemán llega a su fin e mplicaría además la suspensión temporal del freno de la deuda por motivos de emergencia, según contempla la Constitución alemana.
Las previsiones presupuestarias han ido engordando a medida que el virus se ha ido propagando por Alemania –hay ya 16.662 positivos registrados y 46 personas han muerto, según las cifras del instituto Robert Koch-, pero también en el resto del mundo. La alemana es una economía especialmente dependiente del comercio exterior.
Una vez aprobada formalmente el crédito se repartirá en distintas partidas. Incluyen un presupuesto adicional para 2020 de 150.000 millones, liquidez para las pequeñas y medianas empresas, una inyección para la banca pública que avalará créditos para los empresarios, así como la adquisición de participaciones en empresas afectadas, como por ejemplo Lufthansa, según detalla el Frankfurter Allgemeine Zeitung. Un total de 50.000 millones de euros corresponden a ayudas a autónomos y pequeños empresarios.
Aislamiento no es reclusión
Cada región alemana ha asumido sus propias medidas, en general menos rígidas que en otros pueblos. Mas que reclusión Merkel promueve el aislamiento social, estar alejado de otras persona, eliminar las reuniones públicas y todas las ocasiones de contagio.
El país con una de las economías más sólidas del mundo tambien se vacuna frente a la emergencia económica y toma medidas destinadas a apoyar a los afectados por la paralización impuesta por el coronavirus.