La Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos puso normas estrictas a los laboratorios farmacéuticos que esperan su aprobación para vacunas contra el COVID-19.
Este martes, el ente que controla drogas y alimentos, informó que exigirá más garantías de seguridad de las vacunas antes de aprobarlas.
El Político
Según la FDA, son necesarios dos meses de datos de seguridad, como mínimo. También exige verificar que esos datos correspondan a la mitad de los voluntarios que participan en los ensayos clínicos de inmunización.
Son esos elementos los que probarían la calidad de las vacunas contra el COVID-19. Sin ellos, el organismo no aprobará el uso de emergencia de las fórmulas anti-coronavirus que elaboran diversas empresas farmacéuticas.
La decisión de la FDA deja entrever que la aprobación de una vacuna en Estados Unidos se demorará. Por ende, frenar la pandemia del COVID-19 con una vacuna, será una tarea que estará pendiente. Se estima que la espera se prolongue hasta después de las elecciones presidenciales del próximo 3 de noviembre, informó Reuters.
Influencias de la política
Desde que comenzó la carrera por la vacuna, la FDA tuvo una posición firme. Exigía a los fabricantes cumplir un requerimiento de dos meses de datos confiables. Esas exigencias fueron parte de sus normas oficiales. No obstante, tuvo un tropiezo político, ya que autoridades de la Casa Blanca bloquearon esa iniciativa, según dijo el lunes el New York Times.
En la prisa por lograr una vacuna que se aplique en el corto plazo en Estados Unidos, la Casa Blanca podría apurar la autorización.
Sin embargo, sería poco confiable una vacuna que carezca de datos adicionales de seguridad acerca de los pacientes. Está por verse si la administración de Donald Trump decide entrar en una confrontación abierta con la FDA.
Si esto ocurre, se establecerá la percepción de que la política ha jugado un rol esencial y ha presionado para conseguir vacunas a toda costa. Hasta la Organización de Naciones Unidas hizo recientemente una advertencia al respecto.