En su día, el portaaviones USS Kitty Hawk fue el mayor símbolo del poder militar estadounidense en el Indo-Pacífico, probado en combate desde Vietnam hasta el Golfo Pérsico e incluso sobrevivió a una colisión con un submarino soviético.
El Político
Pero los días de gloria del antiguo USS Kitty Hawk han terminado, y el superportaaviones retirado realiza ahora su último viaje de 25.750 kilómetros desde el estado de Washington hasta Texas, donde será cortado en pedazos y vendido como chatarra.
La empresa International Shipbreaking Limited de Brownsville, Texas, compró el barco el año pasado por menos de un dólar al US Naval Sea Systems Command, que supervisa la eliminación de los buques de guerra retirados, reportó CNN.
USS Kitty Hawk será dado de baja
El portaaviones de 319 metros de largo y 76,8 metros de ancho es demasiado grande para atravesar el Canal de Panamá, por lo que en los próximos meses, el Kitty Hawk se arrastrará por la costa sudamericana y por el golfo de México hasta su destino final.
Lanzado en 1960 y bautizado con el nombre de la zona de Carolina del Norte donde los hermanos Wright volaron por primera vez un avión a motor, el Kitty Hawk sirvió a la Marina de Estados Unidos durante casi 50 años antes de ser retirado del servicio, en 2009.
El Kitty Hawk fue el último portaaviones estadounidense en usar petróleo, una reliquia de una época anterior a la llegada de los buques de propulsión nuclear de la clase Nimitz.
Experiencia de Vietnam del Kitty Hawk
Durante una década, desde principios de los años 60, el Kitty Hawk fue un pilar de las fuerzas de Estados Unidos en la costa de Vietnam.
En ocasiones, sus aviones realizaban más de 100 salidas diarias sobre Vietnam desde lo que se denominaba Yankee Station, la zona del mar de la China Meridional en la que navegaban los buques estadounidenses para lanzar ataques contra las fuerzas norvietnamitas y del Vietcong.
El buque y su ala aérea recibieron posteriormente la Presidential Unit Citation, un premio que honra el heroísmo extraordinario por sus acciones en Vietnam, desde diciembre de 1967 hasta junio de 1968, incluyendo el apoyo a las fuerzas estadounidenses y survietnamitas durante la ofensiva del Tet, de Vietnam del Norte, en la primavera de 1968.
El Kitty Hawk vio su último combate sobre Vietnam en 1972, pero durante su última misión el portaaviones se convirtió en el escenario de lo que los investigadores del Congreso llamaron más tarde "un triste capítulo en la historia de la Marina".
When catapult officers reach the end of their tour aboard a carrier, it is tradition to launch their boots off the flight deck. This "boot shot" was on USS Kitty Hawk in 1970. The Kitty Hawk is currently on her way to the scrapyard after being sold for 1 cent. #WarshipWednesday pic.twitter.com/JaD3Jjz2Sc
— U.S. Naval Institute (@NavalInstitute) January 19, 2022
Los últimos años
El Kitty Hawk continuó siendo una parte vital de la Flota del Pacífico de EEUU durante más de dos décadas después de la colisión con el submarino soviético.
A principios de la década de 1990, apoyaría las operaciones militares estadounidenses en Somalia; y actuaría como base de lanzamiento de los ataques aéreos contra Iraq, entonces gobernado por Saddam Hussein.
En el verano de 1998, el Kitty Hawk se trasladó a Japón, con su puerto base en la base naval de Yokosuka; sede de la 7ª Flota de la Armada de Estados Unidos, donde pasaría 10 años como el único portaaviones; de la Armada de Estados Unidos con base fuera del territorio continental del país.
Pero ahora no hay hogar para el Kitty Hawk en Estados Unidos.