Mediante un fallo histórico, una corte federal de Ohio, Estados Unidos, anunció que los llamados “hipopótamos de la cocaína” descendientes del narcotraficante colombiano Pablo Escobar, fueron declarados "personas jurídicas”.
El Político
Según el informador digital El Financiero, la decisión del Tribunal del Distrito Sur de Ohio significa que se reconocen los derechos de las bestias. Y que por tanto, no podrán ser sacrificados ni esterilizados de cualquier manera.
Con la campaña de castración ya 24 mamíferos han sido esterilizados con un químico desarrollado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). A otros once se les aplicaron métodos tradicionales. Pero el proceso debió detenerse, ya la defensa a cargo del abogado Luis Domingo Gómez Maldonado, considera que aún existe la posibilidad de que acaben con sus vidas. Y propone el empleo de otro esterilizante más seguro para ellos.
Los representantes de Animal Legal Defense Fund consiguieron que dos expertos en la materia se apersonaran ante el tribunal. Allí finalmente testificaron en nombre de los animales, que finalmente fueron declarados "personas interesadas".
Un tribunal de EEUU reconoció a los hipopótamos de Pablo Escobar como personas jurídicas https://t.co/7kiAy92HX9
— infobae (@infobae) October 22, 2021
La multiplicación de los hipopótamos
El dilema sobre qué hacer con los hipopótamos de Escobar nació hace 28 años con la muerte del narcotraficante, quien poseía un zoológico privado en su finca. Entonces, los animales que había reunido allí fueron trasladados a diferentes zoos, excepto sus cuatro hipopótamos, tres hembras y uno macho.
Las autoridades colombianas en vano lograron capturarlos y los dejaron en libertad. Sin embargo, en esta fecha las estimaciones indican que los descendientes de los “hipopótamos de la cocaína” superan el centenar y podrían alcanzar el millar de ejemplares en 2050.
Entre las principales dificultades, es que las mayores especies invasoras del mundo impactan gravemente en el ecosistema, ya que dejan sin alimento al resto de los animales. Sus heces también dañan el hábitat, pues alteran el oxígeno del agua, influyendo en microorganismos y animales. Además, son muy agresivos y se tienen registros de ataques a seres humanos.
#Hipopótamos de #Escobar sientan un precedente en #EEUU. como “personas legales” https://t.co/jAKBhSihdE
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Precedente para la historia
Christopher Berry, directivo de Animal Legal Defense Fund, comentó a la agencia española de noticias EFE que la orden sienta un precedente importante. Ya que los animales pueden ejercer sus derechos legales.
Esta organización s puso a consideración el caso en una corte de Ohio. Argumentó que lo hizo como una forma de apoyo a una demanda en Colombia contra el proyecto de inmunocastración. Y de esta manera detener el crecimiento de la población de hipopótamos en el país suramericano.
Berry explicó: "Este precedente respalda los argumentos que ahora mismo se presentan por otros casos en Estados Unidos. Y que en general los animales tienen capacidad para hacer cumplir los derechos legales, como el derecho a no ser descuidados cruelmente".
Precisó que sin embargo, el fallo judicial "se limita a autorizar a los hipopótamos (en este caso sus defensores) a obtener pruebas en apoyo de su demanda en Colombia".
El fallo no afecta a Colombia
De acuerdo con otra versión de la agencia AP, el fallo no tiene ninguna incidencia en Colombia, porque solo tiene impacto dentro de sus propios territorios. Serán las autoridades colombianas las que decidan qué hacer con los hipopótamos y no las americanas”. Y así lo manifestó Camilo Burbano Cifuentes, especialista en derecho penal y profesor de la Universidad Externado de Colombia.
Los llamados “hipopótamos de la cocaína” son descendientes de los animales que Escobar importó ilegalmente a su rancho en Colombia en la década de 1980. Después de su muerte durante un tiroteo con las autoridades en 1993, las autoridades abandonaron a los animales en la finca y éstos prosperaron sin la presencia de depredadores naturales. Su población ha aumentado en los últimos ocho años de 35 a entre 65 y 80, aproximadamente.
Fuentes: EFE / AP / El Financiero
