Los demócratas se acostaron sin saber el resultado del proceso de elección del candidato demócrata que intentará en noviembre desalojar a Trump de la Casa Blanca. Resultados preliminares no oficiales del caucus de Iowa ponen a Buttigieg, Sanders y Biden a la cabeza.
El Político
“Hemos encontrado inconsistencias en el reporte de los tres juegos de resultados. Además de los sistemas técnicos que están siendo usados para tabular los resultados, también estamos usando fotos de los resultados y pruebas en papel para validar que todos los resultados coincidan y aseguran que tenemos confianza en la exactitud de los números que reportamos”, indicó el partido en un comunicado.
El pequeño estado rural del Medio Oeste es el termómetro de las primarias y la temperatura ha subido: Sanders ha escalado en las encuestas, ha sobrepasado a Biden y podría haber obtenido una victoria que sacudiría al partido. Hasta un sol tímido que calienta la alfombra de nieve y hielo que cubre los alrededores de Des Moines, la capital del estado, puso de su parte.
Las esperadas primarias demócratas empezaron con un traspié que puede manchar el resto del proceso para elegir al candidato que se enfrentará a Donald Trump en noviembre. Miles de demócratas esperaron pacientemente los resultados que no llegaron
El primer estado que vota en las primarias lo hace con un sistema particular: los caucus. En lugar de depositar en una urna un voto por un candidato, se celebran reuniones (1.678 en todo el estado) en lugares como polideportivos, colegios, bibliotecas o restaurantes.
(En los Estados Unidos se entiende por caucus el sistema de elegir delegados en varios estados, la etapa preliminar en la cual se decide quién recibirá la nominación de su partido a la presidencia).
Los participantes se colocan en grupos, en función de a cuál candidato apoyen. También hay un grupo para los indecisos. Para que estos grupos sean viables deben tener al menos un 15% de las personas presentes. Tras el primer recuento, quienes están en grupos “no viables”, incluidos los indecisos, si no llegan al umbral tienen la oportunidad de moverse a otro grupo. Solo hay una oportunidad de cambiar de grupo. Una vez que los grupos están definidos, se calcula el número de delegados, quienes irán a la convención demócrata que ungirá al nominado en julio, que se asigna a cada uno.
Los resultados no se presentaron como había prometido el Partido Demócrata de Iowa por problemas en el nuevo sistema de conteo y la tecnología usada para transmitir los datos desde los precintos, según la explicación oficial. Esos nuevos sistemas buscaban hacer el proceso más transparente y resulta que pueden terminar minando la confianza de algunos en todo el proceso de las primarias.
Sin resultados, pero con proyecciones y estimados, los ciudadanos de Iowa y el país todo, se fueron a dormir con la sensación de que el caucus había sido un asunto de cuatro: Sanders, Buttigieg, Warren y Biden, no necesariamente en ese orden.
Ni Warren ni Sanders hicieron campaña en Iowa, ya que debían estar en Washington para las votaciones sobre el impeachment a Trump en el Senado. Pero Warren llegó pasadas las diez de la noche a Peace Tree, el bar de enfrente, para animar a sus seguidores: “¡Hola, Des Moines! He oído que hay gente que quiere hacerse selfies”, ofreció nada más llegar.
En 2016 la entonces candidata del establishment, Hillary Clinton, ganó aquí por los pelos. Fue la primera advertencia de que Sanders, a quien no se le daban muchas posibilidades al principio del proceso, iba en serio.
El veterano senador por Vermont no solo sigue yendo en serio este año, sino que va mejor armado que sus rivales. Su campaña se ha gastado en los últimos tres meses 50 millones de dólares, una diferencia de más de 15 millones con el exvicepresidente Biden.
En la mente de los votantes de Iowa, y del resto de las primarias demócratas, combaten dos preguntas: ¿qué candidato me gusta más, sea por carisma o por su programa? y ¿qué candidato tiene más opciones de echar a Trump de la Casa Blanca?
Pretendientes como Sanders o Warren apuestan por políticas agresivas, como la instauración de una sanidad pública universal, la financiación de la educación superior o el aumento de la presión fiscal a empresas y grandes fortunas. Los moderados, como Biden, Pete Buttigieg y Amy Klobuchar, ofrecen soluciones intermedias para la sanidad o la educación. Su apuesta, sin embargo, es que estarán mejor dotados que los izquierdistas para derribar a Trump, ya que convencerán a los moderados de ambos partidos y a los independientes.
En uno de los centros de votación bilingues (español-ingles) en el que estuvo Univision Noticias en Des Moines, se pudo ver cómo los organizadores tenían problemas para comunicarse con los responsables del partido a quienes debían entregar los resultados de ese recinto (donde por cierto se impuso contundentemente el senador Bernie Sanders).
Ese retraso generó la situación curiosa de que los candidatos, los potenciales ganadores y los aparentes perdedores, salieran a hablar a sus seguidores antes de que se conociera algún dato. Por lo general, los aspirantes esperan poder llevar alguna información para apuntalar el entusiasmo de sus simpatizantes, pero en este caso no hubo con qué hacerlo.
En una primera aproximación, podría pensarse que Klobuchar y Biden prefirieron hablar sin que hubiera cifras, porque los resultados no los han favorecido, sobre todo en el caso del exvicepresidente, quien en algunas asambleas realizadas en centros urbanos no quedó como “candidato viable”, es decir, no superó el 15% de los apoyos.
Pero luego salieron a hablar los senadores Elizabeth Warren, Bernie Sanders y por último el alcalde de South Bend, Pete Buttigieg, quienes estaban identificados en la mayoría de las proyecciones hechas por los observadores que asistieron a los caucus como los ganadores de la noche.
Por el tono y la oportunidad, los discursos de los candidatos dieron a entender que nadie esperaba resultados la noche del lunes y que era mejor poner rumbo a New Hampshire, donde se realizará la primera elección primaria de la temporada el próximo martes 11.
"Imaginen, tengan un fuerte sentimiento, que en algún momento se anunciarán los resultados", dijo Sanders. "El primer estado del país ha votado y hoy marca el principio del fin para Donald Trump", añadió augurando buenos resultados para su propia campaña en lo que sonó como un discurso ganador.
Cuando los periodistas que iban a recibir explicaciones sobre el retraso de resultados del proceso fue "corta" y "no aceptaron preguntas". "Suena como un problema técnico o error humano, pero no sabemos", afirmaron a Univision Noticias.
Los hijos del Presidente Donald Trump aprovecharon la presencia mediática y ofrecieron una rueda de prensa en el mismo pueblo donde se realizaban las elecciones demócratas, all{i respaldaron la gestíón del Presidente y del Partido Republicano.
Un tuit del hijo mayor del presidente, Donald Trump Jr., dejó claro que, sea cual sea la explicación, del lado republicano están dispuestos a usar el episodio para sembrar dudas entre la base demócrata, sobre todo la que sigue a Sanders.
(Con información de ABC y El Mundo, Diario de las Americas)