El Político.- La escasez de medicamentos e insumos básicos aunado a las graves carencias en las instalaciones hospitalarias, ha llevado al sector salud a un estado de emergencia que ha causado la muerte de miles de venezolanos desatendidos por el régimen.
La espera por el trasplante de un órgano hace sentir a los pacientes que están “en el infierno”, palabras expresadas por Pablo Villalobos, de 68 años, luego de durar casi un año en cola para que le colocaran un injerto de piel en la pierna, operación que perdió al no conseguir la medicina que necesitaba y la cual dejó de ser distribuida de forma gratuita en el país.
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— El Político (@elpoliticonews) October 27, 2017
“Se estima que 3 mil 500 personas están presentando una de las crisis más agudas que han vivido los trasplantados en los últimos años en Venezuela”, afirmó Francisco Valencia, director de la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y a la Vida (Codevida).
“Desde que el gobierno tomó control de todo lo referente a la coordinación de trasplantes, lamentablemente diría que hay una suspensión total de la actividad de donación, a razón de que los hospitales no están bien dotados. En este momento ni siquiera para poder realizar las cirugías, tenemos la inmunosupresión necesaria previa para empezar la intervención. Tampoco podemos dar fe a los pacientes de que recibirán el tratamiento necesario de inmunosupresores”, señaló Ibrahim Velutini, presidente de la Organización Nacional de Trasplante en Venezuela.
Según cifras del Ministerio de Salud, para el 2012 el promedio de espera por un trasplante era de dos años y cuatro meses, a lo que el director de Cavidea refirió que “ya no es así, al paralizarse el servicio el tiempo se torna indefinido”.
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