La autoría del tiroteo en Múnich sigue sin estar clara. La Policía local asegura que no hay indicios de que se trate de un atentado de islamistas radicales. «Es prematuro especular sobre el motivo de los atacantes», ha afirmado el portavoz policial Marcus da Gloria Martins. Descartada la posibilidad de que se trate de un grupo islamista, las miradas se dirigen a la ultraderecha alemana y a los grupos xenófobos nacidos en torno a la crisis de refugiados vivida en los dos últimos años.
Las autoridades bávaras han activado la alarma antiterrorista para disponer así de todos los efectivos posibles de las diferentes fuerzas de seguridad, según advirtió anteriormente un portavoz policial.
En este sentido, los videos de vigilancia del centro comercial han grabado el ataque y los audios apuntan a grupos no yihadistas. En el audio se escuchan con claridad, al tiempo que comienzan los disparos, «Extranjeros de mierda» y «yo soy alemán». Podría tratarse, por tanto, de un ataque xenófobo como represalia al refugiado que atacó a los pasajeros del tren regional con un hacha
Además del ataque al tren, se da el caso de que este viernes se cumplen cinco años de la brutal matanza realizada por Anders Breivik en Noruega. Este extremista antimusulmán estuvo cinco años preparando el que sería el atentado más brutal de la historia de este país nórdico. Primero, puso una bomba en Oslo con la que mató a 8 personas e hirió a unas 200. Más tarde, a las 17,26 horas, se desplazó hasta la isla de Utoya donde asesinó a 67, la mayoría de ellos niños y adolescentes.
Unos sucesos que, no en vano, también coinciden con el anuncio del movimiento islamófobo Pegida de que van a organizarse cómo un partido político.
Con Información de ABC