Cuando el ministro de Defensa, Mariano González, anunció a fines de agosto que en la gestión de Ollanta Humala se destinó la astronómica cifra de 8 mil millones de soles en compras militares, no estaba hablando del monto real utilizado por dicho sector durante ese quinquenio.
Un reporte de auditoría de la Contraloría General de la República, al que Perú21 tuvo acceso, registra que los gastos militares fueron mucho mayores.
Son más de 10 mil 600 millones de soles los que Defensa destinó para contratos relacionados a compras y servicios en el periodo 2011-2015. El informe, que no incluye las operaciones del año 2016 por estar aún en curso, registra desembolsos para compra de armas, mantenimiento de equipos logísticos y la construcción de edificaciones y bases contraterroristas.
Aunque González adelantó aquella vez que se investigarán las operaciones más costosas —como la construcción de 2 buques (S/472 millones), la compra de 24 helicópteros de combate (S/1,700 millones) y la de misiles (S/380 millones)—, la Contraloría maneja otras cuantiosas sumas.
Solo la compra de armas en el pasado gobierno (8 mil millones de soles) fue 66.25% más que lo asignado por sus tres predecesores juntos: la breve gestión de Valentín Paniagua y las administraciones de Alejandro Toledo y Alan García (2001-2011).
De acuerdo con el libro Gasto militar en el Perú: 1990-2015, en el periodo 2001-2011 se gastó por ese concepto alrededor de U$1,627 millones (S/5,300 millones).
Según la Contraloría, durante la gestión de Humala se usaron más de S/167 millones para adquirir lanzacohetes de corto y largo alcance; más de S/130 millones en municiones; más de S/198 millones en patrulleras marítimas; casi S/519 millones en aviones KT1-P; y más de S/392 millones en la instalación del Centro Nacional de Operaciones de Imágenes Satelitales ubicado en Pucusana, desde donde se monitorea el satélite submétrico.
Pero la compra de armas no fue lo que demandó el mayor desembolso (10,2% del monto). El mantenimiento del sistema de armamento (27,5%) y la adquisición de equipos de soporte operativo y logístico (58,3%) se llevaron gran parte de la torta. Lo restante quedó para infraestructura (4%).
Entre estos tres últimos conceptos se ubican las instalaciones de bases de patrulla, la modernización de buques, la instalación de sistemas de vigilancia y el mejoramiento de materiales de comunicación.
El ex primer ministro Pedro Cateriano, se reafirmó en lo dicho en una última entrevista con El Comercio en la que rechazó que haya habido excesos y defendió lo ejecutado. “No tengo más que agregar sobre ese tema”, comentó Cateriano, quien fue ministro de Defensa en la época en la que ese sector registró un fuerte incremento del gasto. De más de S/1,704 millones, en 2012, a más de S/3,600 millones, en 2015.
Para el economista Juan Mendoza, uno de los autores de Gasto militar en el Perú: 1990-2015, el desembolso hecho por Humala es significativo si se compara con lo gastado por sus antecesores, pero acotó que no es un monto elevado en relación a lo invertido por los demás países de la región.
“Colombia y Chile asignan tres y cuatro veces lo que el Perú asigna a la defensa nacional; Ecuador, el doble”, explicó.
Con información de Perú21