Ecologistas, activistas y residentes protestaron este lunes en las calles de Nairobi y frente a la embajada de China para pedir la paralización de una línea de ferrocarril financiada por la potencia asiática que atravesará el Parque Nacional de la capital keniana.
El Gobierno de China, a través de un préstamo concedido al Ejecutivo keniano, va a ejecutar la segunda fase del conocido como Ferrocarril de Vía Estándar (SGR, por sus siglas inglesas), que cruzará el único parque natural del mundo que se levanta en el seno de una ciudad.
Un plataforma integrada por organizaciones ecologistas, pueblos afectados y residentes entregó hoy una petición ante la embajada de China en Nairobi para pedir la paralización de las obras.
Bajo lemas como "la construcción del SRG nos matará", "salvad nuestro orgullo, nuestro legado" o "salvad a nuestros animales", exigieron a las autoridades kenianas y chinas una alternativa al proyecto ferroviario.
Los ecologistas rechazan todas las soluciones propuestas para desarrollar este tramo, que dividirá en dos el Parque Nacional de Nairobi, uno de los emblemas turísticos del país.
Por un lado, se propone la construcción de un viaducto elevado, que los activistas creen que podría alterar de forma permanente el ecosistema y biodiversidad del parque.
Por otro, se plantea la opción de un túnel para el ferrocarril, que según los organizadores de la marcha podría tener graves consecuencias en una zona de gran actividad sísmica como el Valle del Rift.
"Estas dos construcciones caras y peligrosas no serán necesarias si se elige la ruta alternativa propuesta", aseguraron.
Mientras una campaña recoge firmas para pedir al presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, el desvío del ferrocarril, una orden cautelar del Tribunal Nacional Medioambiental ha paralizado las actuaciones hasta que haya una sentencia firme del Tribunal Supremo, ante el peligro de desastre ambiental.
Pese a ello, las dos compañías estatales chinas encargadas de desarrollar el proyecto continúan introduciendo maquinaria y preparando el terreno, financiadas con un crédito de la banca china al Gobierno keniano.
Activistas denuncian además que esta infraestructura supondrá una carga económica para las arcas kenianas, ya que tendrán que devolver un préstamo para un ferrocarril que funcionará con diesel, una "tecnología obsoleta" que, según el propio Banco Mundial, no es "económicamente factible".
El Parque Nacional de Nairobi es visitado por millones de personas de la región y el extranjero cada año y hogar de especies amenazadas como el rinoceronte negro.
La reserva, creada en 1946, es el legado del pueblo masai, que entregó sus tierras en favor de la protección de la fauna y flora de este paraje, amenazada ahora por uno de los principales proyectos de infraestructuras del país.
Con información de EFE