El exfiscal general de los Estados Unidos, Bill Barr, se pronunció en contra de Donald Trump antes de su comparecencia ante el tribunal por presuntamente conspirar para anular su derrota electoral en 2020.
El Político
William P. Barr ya era exfiscal general cuando se acercó de manera preventiva al Departamento de Justicia a mediados del 2018 para criticar la investigación sobre los vínculos entre la campaña presidencial de Trump y Rusia. Unos meses más tarde, el Fiscal General del exmandatario fue destituido, y unos meses después, Barr apareció.
En poco tiempo, Barr fue un gran aliado de Trump durante su mandato. Efectuó su voluntad de manera muy amplia. Sin embargo, esa relación se comenzó a fracturar ante la negación de sus acciones y las falsas acusaciones en contra del exmandatario.
El rechazo se hizo público cuando finalmente sobre las elecciones de 2020 y las acciones del magnate. Para ese entonces, Barr le dijo a Associated Press que no había evidencia de fraude, lo que provocó una respuesta furiosa de Trump y, en poco tiempo, la expulsión de Barr. Pasó de ser visto como un aliado leal a los ojos del presidente a uno de una galaxia de exasistentes.
"Ni su peor enemigo"
En una entrevista el mes pasado para Fox News Sunday, el exfiscal calificó como "muy, muy condenatorias" las acusaciones penales federales contra su antiguo jefe. Desde ese momento, el funcionario no ha parado con sus ataques, alegando que si la mitad de las acusaciones que posan contra Trump, son ciertas "está acabado".
Ahora, sobre los cargos en su contra por el Asalto al Capitolio en 2020, Barr ofreció una entrevista para el medio CNN, donde alegó que Trump "sabía bien que había perdido las elecciones".
El abogado de Trump, John Lauro, calificó la acusación como un ataque a la libertad de expresión y dijo: "No hay nada más protegido por la Primera Enmienda [el derecho a la libertad de expresión] que el discurso político".
Bill Barr, quien renunció al cargo de fiscal general el 23 de diciembre de 2020, en parte porque él y Trump no estaban de acuerdo con los resultados de las elecciones, dijo que la libertad de expresión no es una defensa válida.
“No están atacando su derecho a la Primera Enmienda. Puede decir lo que quiera, incluso puede mentir. Incluso puede decirle a la gente que la elección fue robada cuando sabía que no”, dijo Barr a CNN.
Finalmente, el personaje que se desempeñó en su cargo más de un año, les "recomendó" a las personas allegadas al magnate neoyorquino no dejarse arrastrar por sus ideas ya que después les podría resultar contraproducente.
“Deja a su paso vidas arruinadas como las de la gente que acudió al Capitolio. Estos individuos y muchas de las personas que lo sirvieron en el gobierno fueron absorbidos, pero a él eso no le importa, pues piensa que la lealtad es una calle de sentido único. Así que creo deben tener cuidado o de lo contrario podrían terminar siendo parte de la carnicería que deja a su paso”, indicó.
Finalmente, cuando fue cuestionado sobre si ha tenido contacto con Jack Smith, el Fiscal Especial que tiene el caso contra Trump, se limito a no responder. Solo afirmó que el sujeto "tiene mucha más evidencia sobre Trump" de lo que incluyó en la acusación.
Sus palabras causaron bastante polémica, ya que ambos tienen una relación de años. Smith sirvió en el Departamento de Justicia mientras Barr era Fiscal General.