Afirmar que el proceso de paz con las ex FARC en Colombia ha sido un éxito es una mentira. El deseo, casi histérico, del ex presidente Juan Manuel Santos de obtener el Premio Nobel de la Paz, lo llevó a pactar con un grupo de delincuentes y narcotraficantes y hacer concesiones que hoy los colombianos pagan y con creces.
El Político
Un extenso trabajo periodístico del portal es.insight crime.com, desnuda a las ex-FARC Mafia, también conocidas como disidencias de las FARC, como una serie de estructuras que surgieron durante las negociaciones de paz entre el gobierno de Colombia y la guerrilla, o bien después de la firma de los acuerdos en 2016.
Se trata de grupos que no necesariamente tienen relación entre sí, ni conforman una organización estructurada, pero que comparten algunas características comunes, como el hecho de estar integrados por antiguos miembros de la guerrilla y ocupar zonas que anteriormente eran controladas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Estos grupos tienen presencia en al menos 19 departamentos de Colombia, incluyendo zonas fronterizas con Venezuela, Brasil y Ecuador, desde donde buscan controlar economías criminales como el narcotráfico y la minería ilegal de oro.
Quiénes son
Los exponentes más importantes de las ex-FARC Mafia son los Frentes Primero y Séptimo, liderados por Miguel Botache Santillana, alias “Gentil Duarte” y Néstor Gregorio Vera Fernández, alias “Iván Mordisco”, en Meta, Guaviare y Caquetá; hay otro grupo en Venezuela, liderado por Luciano Marín, alias “Iván Márquez”, y varias estructuras en Nariño, como el Frente Oliver Sinisterra (FOS) y las Guerrillas Unidas del Pacífico (GUP).
Si bien su número va en aumento, se estima que hasta el momento el total de integrantes pertenecientes a las ex-FARC Mafia sería de alrededor de 3.000 combatientes.
FARC historia
Las divisiones al interior de las FARC con respecto al proceso de paz fueron evidentes poco después de haber comenzado las negociaciones. A pesar de que el Secretariado de esta guerrilla mostraba voluntad para poner fin a más de medio siglo de lucha armada, algunos de los cabecillas más importantes de la organización entraron con dudas al proceso o simplemente no participaron en él.
El primero en distanciarse fue Néstor Gregorio Vera Fernández, alias “Iván Mordisco”, comandante del histórico Frente Primero “Armando Ríos”. En julio de 2016, este frente informó a la Mesa de Conversaciones en Cuba su decisión de retirarse del proceso de paz, por medio de un comunicado en el que aseguraba que no se concentraría ni entregaría sus armas, y que esa unidad se mantenía en pie para combatir las causas del conflicto armado.
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