Los europeos podrían estar experimentando un despertar geopolítico, a raíz del latente conflicto entre Rusia y Ucrania, según revela una encuesta elaborada por el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores – ECFR.
El Político
Para los europeos, ser vecinos de una zona de alta tensión es un problema que también les afecta. No se trata solo de un asunto de integridad de Ucrania, sino también de la seguridad del continente en su conjunto.
Los europeos son los vecinos de un conflicto real, una amenaza latente de invasión a una nación vecina. Todo en medio de un comportamiento Ruso que no deja de preocupar. Pues el Kremlin critica la llamada ansiedad occidental, mientras exigen a la Organización del Tratado del Atlántico Norte – OTAN y a la Unión Europea reacciones a su favor.
Vladimir Putin mantienen como punto central del conflicto su negativa de que Ucrania ingrese a la OTAN. Esto se traduciría como un movimiento expansivo que afectaría los intereses geopolíticos de Rusia.
Para la Unión Europea intervenir en el conflicto Rusia-Ucrania supone un precio. Sin embargo, hasta ahora se han mantenido activos de forma discreta. Aunque con pasos firmes hacia la búsqueda de una solución diplomática, que beneficie a todos los involucrados. Esto supone un progresivo despertar geopolítico para los europeos.
Unión Europea exhibe unidad…y a Moscú no le gusta
La Unión Europea cierra filas en su postura sobre Ucrania, frustrando los intentos rusos de dividirla.https://t.co/das59S3egY
— El Nuevo País y Zeta (@enpaiszeta) February 10, 2022
Opiniones de los encuestadores
Para Ivan Krastev y Mark Leonard, analistas del ECFR: "existe un consenso sorprendente entre los votantes europeos, que verían otra invasión rusa hacia Ucrania como un ataque no solo a un país vecino, sino al propio orden de seguridad europeo".
Y agregan que: "eso puede sorprender al líder ruso Vladimir Putin, quien ha impulsado durante mucho tiempo la narrativa de que Ucrania es parte de Rusia. Es famoso por declarar en 2008 al entonces presidente de EEUU, George W. Bush, que tiene que entender que Ucrania ni siquiera es un país".
La encuesta ECFR destaca que los países de Europa identifican a Ucrania como un país de pleno derecho, no salpicado por las actitudes occidentales más indiferentes del pasado. Una clara apertura a involucrarse más con su vecino, un despertar geopolítico para la población.
Por su parte, la escritora británica, Anna Reid, ha escrito en su libro Borderland: un viaje a través de la historia de Ucrania, que: "seis años después de la independencia, muchos occidentales, por lo demás bien informados, no han registrado que tienen un país llamado Ucrania como vecino o han oído hablar vagamente de él, ni tienen idea de dónde está".
Sin embargo esa realidad cambio, cuando se dio el dramático levantamiento de Maidan en Ucrania, en 2014.
También llamada Revolución de la Dignidad, esta reacción del pueblo ucraniano logró captar la atención de los europeos.
Ucrania —literalmente— se colocó en el mapa. Ahora sus vecinos si se percataron de la existencia, presencia e influencia de su nación vecina.
Los contactos comerciales y culturales se han incrementado fuertemente desde la revuelta de Maidan. Desde 2017, los ucranianos no requieren visas para visitar la Zona Schengen de la Unión Europea. Además, decenas de miles de jóvenes ucranianos eligen cada año estudiar en la UE.
La encuesta ECFR también ha revelado que, con la salida del poder del aliado de Putin, Viktor Yanukovych, en 2014, se destapó un despertar geopolítico en todo el continente.
Vecinos leales
Este despertar supone el haber tomado conciencia sobre la importancia de la soberanía y la supervivencia de Ucrania. Pues esto repercute significativamente en otras democracias liberales. Especialmente en países vecinos, como Polonia y los Estados bálticos.
Polonia es el hogar de alrededor de un millón de ucranianos. Allí hacen vida principalmente inmigrantes económicos. Ucrania es importante como un estado tapón o de contención.
Esto supone mantener a Rusia más lejos en casi unos mil kilómetros. Polonia fue el primer país en reconocer a Ucrania, después de su referéndum de independencia de 1991.
Tanto en Polonia como en los Estados Bálticos, se le teme a una Rusia revanchista. Concretamente, se dice que Moscú podría utilizar el argumento de que si se cruza una frontera, otras también lo harán.
Por su parte, Mateusz Morawiecki, primer ministro de Ucrania, ha dicho que: "Europa está al borde de la guerra. El conflicto militar ya no es un escenario improbable. Es una opción real. Para muchas generaciones de jóvenes polacos y europeos, esto es lo más cerca que habrán estado de ver un escenario así".
Y remata diciendo que: "durante años, Occidente ha confiado en que el siglo XXI estaría libre de confrontaciones armadas. Sin embargo, la experiencia reciente proporciona evidencias suficientes de que la agresión rusa no es una ilusión, sino una señal de que se podría abrir un nuevo capítulo bélico en la historia de Occidente".