El abogado Néstor Humberto Martínez asume desde este lunes sus funciones como nuevo Fiscal General de la Nación. El acto protocolario, ante el presidente Juan Manuel Santos, se realizará a las 10:30 de la mañana en la Casa de Nariño.
Martínez Neira, que fue elegido con 17 votos de 23 posibles en la Corte Suprema el 11 de julio, inicia un periodo de cuatro años que irá hasta el 1 de agosto del 2020. Es el octavo fiscal general del país.
Igualmente deberá luchar contra el crimen organizado, hacer más transparente el ejercicio de la Fiscalía y recuperar la confianza de los colombianos en los procesos que adelanta la justicia.
Tras su elección, Martínez anunció la presentación de tres proyectos legislativos, que, aseguró, garantizarán mayor transparencia en la Fiscalía.
El más llamativo es el que evitaría que las elecciones de fiscal, como ha ocurrido en los últimos seis años, se dilaten indefinidamente en desmedro de la administración de justicia. Propone que la Corte resuelva las faltas absolutas del jefe del ente acusador, nombre un encargado, y no al vicefiscal, de tal manera “que no se creen estímulos para que las interinidades se prolonguen, como ha ocurrido en el inmediato pasado”, afirmó.
Además planteó que haya una auditoría interna que reporte, no al fiscal, sino a la Corte, lo que podría hacer más transparentes las decisiones en temas como la contratación.
Así mismo, proyecta que la misma Corte nombre al fiscal ad hoc para que encabece los casos en los que el titular del cargo se declare impedido.
Martínez recibe una Fiscalía que cada año abre 1,25 millones de procesos penales. Una entidad que tiene más de 25.000 empleados y un presupuesto propio, 2,5 billones de pesos, similar al de toda la Rama Judicial.
Reconocido por su capacidad para el diálogo, Martínez ha estado por décadas en el centro del poder político, judicial y económico del país.
Su último cargo público fue el de ministro de la Presidencia en el segundo gobierno del presidente Juan Manuel Santos. Allí lideró las relaciones del Ejecutivo con todo el Estado y los principales actores sociales, lo que le valió el título de ‘superministro’.
Su paso por el Ministerio de Justicia en dos ocasiones, su cátedra de Derecho y su participación en casos emblemáticos le han significado reconocimiento como un jurista destacado.