El autor intelectual del informe que el chavismo ha usado para transformar, por arte de la propaganda, el fraude electoral de Bolivia en un golpe de Estado contra Evo Morales se llama Mark Weisbrot y es economista. Se trata de una victoria parcial para el principal lobbista de Nicolás Maduro en Estados Unidos, un reconocido agente de la revolución desde los tiempos de Hugo Chávez, según difundió lanacion
El Político
Lo cierto es que Weisbrot ha sido capaz de transformar un informe estadístico intrascendental , adornado con las siglas del MIT (el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts) y con la referencia de The Washington Post , en una pieza importante para la precampaña electoral en el país andino .
Un dato a considerar es que la máquina puesta en marcha por Weisbrot, codirector del Center for Economic and Policy Research (CEPR), disparó los canales habituales de la propaganda bolivariana. Aliados y amigos multiplicaron el mensaje de norte a sur, hasta llegar incluso a Buenos Aires, donde el presidente Alberto Fernández volvió a criticar "con singular dureza, por su inconsistencia, la auditoria realizada por la OEA" .
Es de hacer notar que en el montaje de Weisbrot, una mezcla de talibán ideológico capaz de blanquear los agujeros negros del chavismo, no es oro nada de lo que reluce. Primero se publicó en el blog The Monkey Cage , alojado en la web de The Washington Post, no en el propio periódico. Y después, el asesor estadounidense encargó el informe a dos técnicos formados en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), no al propio MIT.
Hay que resaltar que una opinión dirigida y personal que nada tiene que ver con el MIT y que repite la vieja táctica que el economista ha simulado en anteriores ocasiones: medio de comunicación prestigioso y economistas o instituciones de primera línea. Una buena estrategia.
De acuerdo con La Nación, Weisbrot pagó por un estudio que demostrase de alguna manera su propia tesis desde noviembre pasado, la misma que Nicolás Maduro convirtió en una bandera: "La OEA ha engañado terriblemente a los medios y al público sobre lo ocurrido en las elecciones en Bolivia. Esto ha generado una gran desconfianza en el proceso electoral y en los resultados".
Otro aspecto que se plantea es que más allá de sus señas de identidad, lo peor está dentro del estudio. En él se asegura alegremente que el "apagón" de 23 horas durante el domingo electoral del 20 de octubre no habría afectado la tendencia en favor de Morales , que necesitaba superar el 10% de ventaja para evitar la segunda vuelta. En la noche del domingo, cuando se detuvo el conteo por orden oficialista, el líder aymara superaba a Carlos Mesa por sólo 7,87%.
En ese sentido, la Organización de Estados Americanos (OEA) fue tajante "El artículo no es honesto, ni está basado en hechos ni está completo. Sobre todo, no es científico. Contiene innumerables falsedades, inexactitudes y omisiones". Y, sobre todo, se centra solo en una de las múltiples irregularidades encontradas.
De esta manera, el organismo demostró que el artículo ignora los principales descubrimientos de sus técnicos : cambios en las hojas de recuento, falsificación de las firmas de los funcionarios electorales, la existencia de dos servidores ocultos y sin autorización donde se manipularon datos y se falsificaron las hojas de recuento, la falta de cadena de custodia y las inexplicables incoherencias en el número de votos emitido. La Unión Europea, que contó con su propio equipo, "apoyó los hallazgos de la OEA y presentó pruebas de otras irregularidades".
El objetivo de Weisbrot es claro: justificar el fraude electoral probado por la OEA y convertirlo en un "golpe de Estado" , de cara a las elecciones de mayo, donde el Movimiento Al Socialismo (MAS) pretende recuperar el poder.
Con información de: lanacion