Aun cuando el próximo 3 de noviembre estará el juego el futuro presidencial de los Estados Unidos por los próximos cuatro años no debe pasar por debajo de la mesa otro tema trascendental.
El Político
El Senado de los Estados Unidos puede presumir de la responsabilidad de tomar gran parte de las decisiones políticas de la nación.
Y en ese sentido, es sumamente crucial que un partido obtenga la mayoría en dicha institución, que actualmente la tiene el partido Republicano.
Por ejemplo, destaca una nota de Univisión que si el aspirante presidencial demócrata, Joe Biden, gana las elecciones como hasta ahora dicen la mayoría de las encuestas, podría tener algunos problemas para gobernar si el Senado sigue bajo control republicano.
Aplicaría de igual manera, pero a la inversa, en caso de que el actual mandatario Donald Trump sea reelegido y los demócratas se adueñen del control del Senado.
Podemos mencionar el caso de la Administración Obama, cuando el demócrata era mandatario y debido a una escasa mayoría republicana en el organismo estadounidense le frustró muchas de las políticas que quiso aplicar.
Otra de los "logros" de los republicanos en el Senado es que han ayudado al presidente Donald Trump a nombrar a tres magistrados para la Corte Suprema de Justicia.
Y actualmente están en proceso de nombrar a su última candidata, la jueza Amy Coney Barrett, al Tribunal Supremo estadounidense. Pese a los descontentos demócratas, si no hay mayores contratiempos, sería nombrada antes de las elecciones presidenciales.
Cómo se gana la mayoría
Pero entonces ¿Cómo se hace para obtener la mayoría en el Senado? En el caso de los demócratas, que ahora son minoría, necesitan una ganancia neta de al menos cuatro escaños o ganar tres netas y además la presidencia, ya que cuando hay votos empate en el Senado, el vicepresidente tiene el voto decisivo.
Pero eso requiere ganar algunas batallas difíciles en varios estados de tendencia republicana.
Lo que complica las cosas para los demócratas es la probabilidad de que pierdan al menos a uno de sus propios titulares, Doug Jones en Alabama.
Las encuestas muestran al menos ocho escaños vulnerables en el Senado actualmente ocupados por republicanos donde los demócratas tienen buenas posibilidades de ganar el 3 de noviembre.
Seis de ellos están en estados que Trump ganó en 2016: Arizona, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Iowa, Georgia y Montana. Solo Colorado y Maine fueron estados donde ganó la candidata demócrata, Hillary Clinton:
Fuente: Univisión