ChatGPT es un prototipo de chatbot de inteligencia artificial (IA) desarrollado en 2022 por OpenAI, que se especializa en el diálogo.
Mario Beroes R./El Político
El chatbot es un modelo de lenguaje ajustado con técnicas de aprendizaje, tanto supervisadas como de refuerzo. Se basa en el modelo GPT-3.5 de OpenAI, una versión mejorada de GPT-3.
¿Un Frankestein o un Monstruo Milton?
Han pasado 200 años desde que Mary Shelley escribió su novela, Frankenstein y varias décadas que se produjo una serie cómica llamada El Monstruo Milton, ambas, aunque con visiones distintas, hablaban de desarrollar en la vida real la inteligencia artificial.
Los defensores (y admiradores) del sistema de inteligencia artificial ChatGPT afirman que "la revolución tecnológica que abandera el ChatGPT está en marcha y se espera que tenga un significativo impacto en muchos sectores”.
El mismo programa se autodefine como "poseedor de un vasto potencial“, aunque esto signifique el reconocer muchas "inquietudes éticas”.
Pero, posiblemente, esta nunca se había colado en la cotidianidad de tantas personas como desde el lanzamiento, hace dos meses, de ChatGPT, un programa que es capaz de entender nuestras órdenes en forma de texto y responder de vuelta.
Se trata de una herramienta apenas comenzando a ser explorada y desarrollada, y todavía con fallas, pero con un potencial enorme, que ha dejado atónitos a muchos.
ChatGPT, además, es solo la primera onda de una explosión mayor: la inteligencia artificial (IA) ha dado un salto adelante y exhibe capacidades impensables hace una década.
Microsoft invierte millones de dólares
Satya Nadella, presidente y CEO de Microsoft, dijo el día 18 en el Foro de Davos que asistimos al “aflorar de un conjunto de tecnología completamente nuevo que será revolucionario”.
Cinco días después, su empresa anunció una segunda inversión en OpenAI, los creadores de ChatGPT, por valor de “miles de millones de dólares”.
La revolución a la que apunta Nadella puede afectar, con extraordinarios beneficios y algunos riesgos, a casi cualquier ámbito de la vida, desde nuestro trabajo al sistema educativo; de la competición entre Estados a nuestra definición del arte.
“La IA reorganizará el mundo”, concluía un informe de 2021 de la Comisión Nacional de Seguridad sobre IA de EEUU.
No es un buscador, pero falla
ChatGPT no se parece a buscar en Google, porque maneja el lenguaje con otra soltura. Además, puede dialogar. Entenderá si le decimos que queremos la explicación escrita para que la entienda un niño de 10 años y con emojis.
Equilibrios geopolíticos
Todo apunta a que la IA tendrá un papel muy relevante en el futuro, y será, por tanto, un factor de peso en el músculo con el que cada país podrá actuar en la arena internacional.
Esta tecnología “será fuente de enorme poder para las compañías y los países que las aprovechen”, señalaba un informe de la Comisión Nacional de Seguridad sobre Inteligencia Artificial de EEUU.
De entrada, porque el control de estas tecnologías generará riqueza. Pero la IA definirá también otros balances de fuerzas. Será un elemento relevante, por ejemplo, en el desarrollo de las Fuerzas Armadas. La perspectiva de robots soldado que combatan de forma autónoma sigue lejana y nadie se plantea de momento el inquietante escenario de entregar a la IA la activación de un ataque nuclear.
La carrera es reñida. “China posee el poder, el talento y la ambición de superar a EE UU como líder mundial en IA en la próxima década si las dinámicas actuales no cambian”, alertaba el citado informe.
Es también en este contexto en el que deben verse las restricciones que EE UU impone a la exportación de ciertos productos tecnológicos al país asiático: dificultar su avance en sectores estratégicos como la IA. Mientras, al igual que en la carrera digital, la UE parece en situación de retraso.
La respuesta china
Según los informes, el gigante de búsqueda chino Baidu planea lanzar un servicio de chatbot de inteligencia artificial similar a ChatGPT de OpenAI en marzo, que se lanzaría como una aplicación independiente y se fusionaría gradualmente con su motor de búsqueda.
Para tener en cuenta, los chatbots en China actualmente se enfocan en la interacción social, aunque ChatGPT se desempeña mejor en tareas más profesionales, como la programación y la redacción de ensayos.
Aparte de la investigación en IA, Baidu está desarrollando tecnología de conducción autónoma . El mes pasado, la compañía también fue eliminada del Nasdaq 100.
Educación
En el ámbito de la educación, como en otros, se sobreponen perspectivas alentadoras y problemáticas.
El acceso libre a ChatGPT ha desencadenado una alerta acerca de la posibilidad de que los alumnos resuelvan sus deberes o exámenes recurriendo a la máquina.
El fraude académico, en este caso, tiene múltiples efectos negativos, como dificultar la evaluación precisa del alumno, esencial para ayudarle en su recorrido, o alterar procesos competitivos, por ejemplo, para becas al mérito, etcétera.
Incluso sin llegar al extremo de la trampa, estos sistemas plantean el reto de alejar a los seres humanos de mecanismos mentales fundamentales en el desarrollo del intelecto, como afinar la capacidad de pensamiento a través de la escritura.
Conclusión
Dice el informe de la Comisión Nacional de Seguridad de EE UU que no hay referencias históricas para calibrar el impacto de la inteligencia artificial.
Sugiere, sin embargo, que estamos ante algo más que un gran hallazgo tecnológico, una transformación de escala mayor, del tipo que describió Edison al hablar de la revolución eléctrica: “un campo de campos […] contiene los secretos que reorganizarán la vida del mundo”.
Hay quienes miran a este cambio potencial con gran optimismo; otros contemplan con inquietud los potenciales riesgos.