Jill Biden, esposa del vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, inició un viaje oficial de tres días a Cuba en el que desea llevar el proceso de deshielo a pie de calle y conocer la realidad cultural y educativa de la isla, así como la perspectiva de las mujeres cubanas.
"Es importante que nos encontremos con la gente del pueblo (cubano) y no solo el Gobierno", consideró Biden al iniciar hoy una apretada agenda en La Habana que se inscribe dentro de las visitas de alto nivel que forman parte del proceso de normalización de relaciones diplomáticas iniciado en diciembre del 2014.
Con esa previa declaración de intenciones, la representante estadounidense, maestra de profesión, tuvo ocasión de conocer una escuela universitaria, pasear por el emblemático casco histórico de La Habana, asistir a un concierto en una centenaria iglesia y almorzar con una representación de mujeres cubanas.
Su primera parada fue la estatal Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona", donde fue recibida por la directora y mantuvo un encuentro con docentes y alumnos en el que resaltó que como maestra, le otorga particular importancia a conocer y compartir experiencias con otros colegas de profesión.
Esta institución fue escenario de una de las anécdotas de la jornada, ya que Biden y la comitiva que la acompaña tomaron asiento durante la reunión bajo un gran retrato del líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, una instantánea impensable hasta hace muy poco tiempo.
Además, en una de las aulas del centro, Biden habló ante veinte jóvenes estudiantes de Logopedia -todas mujeres-, a las que recordó que "la educación es la clave para lograr un futuro mejor" para ellas y sus familias.
A continuación, la "segunda dama" de EE.UU. recorrió La Habana Vieja, declarada desde 1982 como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, escuchó el son de músicos al aire libre y se mostró fascinada por la efervescencia de sus calles en permanente proceso de rehabilitación.
Sin salir de la zona histórica, Jill Biden presenció un concierto de la Camerata Romeu, una orquesta femenina de cámara, en la Basílica Menor de San Francisco de Asis.
Esta tarde la alta funcionaria tiene previsto asistir en el estadio Pedro Marrero a un partido amistoso de fútbol entre las selecciones de su país y Cuba, un encuentro emblemático y que se prevé festivo porque es el primero de este tipo desde 1947.
La agenda de la visita proseguirá mañana sábado con un encuentro con emprendedores cubanos y la asistencia a una actuación de la compañía de danza Habana Compás Dance, tras lo cual Biden dejará La Habana y emprenderá camino hacia la ciudad central de Camagüey.
Allí, verá un ensayo del Ballet de Camagüey y pasará por la galería de arte y taller de la artista local Martha Jiménez Pérez.
El domingo, la esposa del vicepresidente de EE.UU. paseará por el casco histórico de Camagüey, que como el de La Habana es Patrimonio de la Humanidad, hará una parada en la Casa de la Diversidad Cultural y posteriormente visitará la Casa de Cultura Amalia Simoni, un museo y un centro de mujeres.
Este viernes, al comenzar sus actividades en La Habana, Biden tuvo un recuerdo para los varios países de la región -entre ellos EE.UU. y Cuba– afectados por el paso del devastador huracán Matthew.
La visita de la "segunda dama" de EE.UU., que fue saludada como positiva por las autoridades cubanas, o el partido de fútbol que se disputará hoy entre ese país yCuba ilustran la cara amable del deshielo.
Pero esas actividades tienen lugar a la vez que el Gobierno de la isla mantiene enérgicas protestas por la vigencia del bloqueo económico, a las que en las últimas semanas se sumó el malestar provocado por un programa educativo promovido desde la Embajada de EE.UU. en La Habana que las autoridades calificaron de "subversivo".
La comitiva estadounidense que viaja junto a Biden está integrada por la embajadora para Asuntos Globales de Mujeres, Catherine Russell, y la secretaria de Estado adjunta para Asuntos Culturales y Educativos, Evan Ryan.
La visita de Jill Biden, quien tras Cuba irá a la República Dominicana, fue anunciada por la Casa Blanca el pasado 27 de septiembre con el fin de abordar con autoridades de los dos países asuntos culturales, educativos, sanitarios y sobre las mujeres.
Esta estancia tiene lugar apenas seis meses después del viaje a Cuba del presidente Barack Obama con su familia y una amplia representación de su Administración.
La esposa del vicepresidente colabora con la primera dama de EE.UU., Michelle Obama, en varias iniciativas, entre ellas la que persigue mejorar las condiciones de vida de los veteranos de guerra y sus familias.
Con información de EFE