Mariano Rajoy tendrá que hacer un esfuerzo doble: convencer a los españoles de que su voluntad de pactar cada nueva medida con el resto de partidos es sincera y demostrar a su vez que el Gobierno que ha diseñado para esta legislatura tiene la actitud y la determinación necesarias para alcanzar acuerdos. Una mayoría de los consultados en el sondeo que Metroscopia ha elaborado para EL PAÍS confía en que el PP sea capaz de sacar adelante los Presupuestos, una negociación en la que es posible hacer concesiones para recabar apoyos. Pero son también más los que ven muy difícil que puedan salir adelante las grandes reformas pendientes: la de las pensiones, la del mercado laboral, la del sistema electoral o la de la propia Constitución.
Si Rajoy pretendió transmitir la imagen de que su nuevo Gobierno estaba pensado para el diálogo, no lo ha conseguido. Un 60% de los consultados por Metroscopia asegura que la impresión que le ha ofrecido, en su conjunto, el Ejecutivo entrante es negativa. Es cierto que, entre los votantes del PP, el sentimiento es radicalmente contrario: un 83% tiene una percepción positiva del gabinete puesto en pie para esta nueva legislatura. Pero entre los votantes de las tres formaciones principales de la oposición —PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos—, el rechazo es mayoritario, aunque en distinto grado. Son más los votantes de Albert Rivera que desaprueban los cambios (46%) que los que los valoran (39%), pero otorgan a los ministros un margen de confianza muy superior al que les conceden los votantes socialistas (un 85% tienen una visión negativa) o los de Unidos Podemos (94%).
Este alto nivel de rechazo generalizado explica el escepticismo mayoritario entre la ciudadanía a la hora de confiar en que sea posible sacar adelante a lo largo de la legislatura las grandes reformas pendientes.
Solo en un aspecto concreto, la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, son mayoría los que piensan que al final saldrán adelante (64%). El acuerdo de investidura alcanzado entre el PP y Ciudadanos y el hecho de que ambas formaciones hayan comenzado ya a intercambiar papeles cara a una inmediata negociación de las cuentas del Estado allanan el camino. Y la propia aritmética parlamentaria, que sugiere posible alcanzar los siete votos necesarios para la mayoría absoluta gracias a acuerdos concretos con formaciones como Coalición Canaria o el PNV, hacen concluir a la mayoría de los consultados por Metroscopia que los Presupuestos no peligran.
Los grandes pactos
Muy distinta es la percepción de los ciudadanos respecto a la posibilidad de impulsar las grandes reformas pendientes. Quizá por la sensación de urgencia transmitida por políticos y expertos, solo en lo que se refiere al futuro de las pensiones y la necesidad de asegurarlo, la cifra de españoles que ve imposible que se alcance este pacto (49%) supera en muy poco a la de los que creen que es posible (47%).
Otros retos pendientes, sin embargo, provocan pesimismo entre la ciudadanía. La necesidad de luchar de forma eficaz contra el paro, que implicaría en primer término una reforma acordada del mercado laboral, se perfila como algo imposible para el 58% de los españoles.
Y algo muy similar ocurre con un asunto pendiente durante años y que las nuevas formaciones políticas han convertido en su bandera. La reforma del sistema electoral (listas abiertas, mayor proporcionalidad en el reparto de escaños…) se ve como algo inalcanzable para el 59% de los ciudadanos.
PODEMOS, LOS MÁS REACIOS A LOS ACUERDOS
Una mayoría de españoles cree que la formación que lidera Pablo Iglesias es la menos abierta al diálogo y al acuerdo y la menos fiable en lo que dice y propone, aunque ninguno de los otros tres partidos mayoritarios sale bien parado.
En una escala del 1 al 10, Ciudadanos es, según los consultados, el que mejor conoce la realidad española (5,2) y el más fiable en sus afirmaciones y propuestas (4,4). El PSOE es segundo en este apartado (con una puntación de 5 y 4, respectivamente).
El partido de Rivera es también el más abierto al diálogo y al acuerdo (5,7). PP y PSOE empatan (4,5), mientras que Podemos obtiene la peor calificación (3,7).
Finalmente, la madre de todas las reformas, la de la Constitución, la que requiere un mayor consenso entre todas las fuerzas del arco parlamentario y un mayor esfuerzo de entendimiento y cesión por parte de todas ellas, es la que despierta menos esperanzas. Un 60% de los consultados se muestra convencido de que el Gobierno no logrará alcanzar con el resto de partidos el acuerdo necesario para realizar cambios profundos en la Ley Fundamental.
La poca confianza que muestra la mayoría de los españoles en la capacidad de las formaciones para acordar está muy relacionada con la percepción que se tiene de la situación política en general, justo al contrario que la situación económica. Si cuando Rajoy llegó al poder en diciembre de 2011, un 96% calificaba de mala la situación económica y un 65% valoraba negativamente la política, hoy el orden se ha invertido: un 72% es pesimista respecto a la economía y un 82% tiene una mala percepción de la situación política.
Con información de El País