El debate electoral de cara a las elecciones generales del 10 de noviembre con los principales líderes políticos se ha desarrollado en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo de Madrid, conducido y moderado por Ana Blanco y Vicente Vallés. Franco y el Procés Catalán les preocupa mas que la recesión economica y el desempleo.
El Político
Estos debates electorales se han convertido en un factor a tener muy en cuenta por todos los partidos de cara a los comicios del próximo domingo, sobre todo centrados en los indecisos. Será el fin de semana cuando se descubra si finalmente ha tenido influencia o no en la decisión de los votantes.
Igualadas las opciones de izquierda y derecha
Según las encuestas, una alianza entre el PSOE y el PP es la única que garantiza estabilidad parlamentaria con más de 200 diputados para poder elegir luego al Presidente de gobierno, tal como ocurre en Israel donde los seguidores de Netanyahu tendrán que aliarse con los partidarios de Gantz aun cuando no les guste,
La derecha y la izquierda están igualadas a menos de una semana de las elecciones generales en España, que se efectuarán el 10 de noviembre. Casi nada separa a los bloques. El desempate correrá a cargo de ese abultado 35% de ciudadanos que asegura que irá a votar pero aún no ha decidido el color de su papeleta y que se estima en siete millones de electores.
Entre el flanco conformado por el Partido Socialista Obrero español (PSOE), Unidas Podemos y Más País, y el integrado por Partido Popular (PP), Ciudadanos y Vox, apenas hay tres puntos de diferencia y una decena de escaños (12 por la horquilla baja, 156-144; y 10 por la alta, 170-160). Esta distancia tan corta podría finalmente ampliarse en beneficio de unos u otros, dependiendo de los indecisos que, según la encuesta de la empresa Sigma Dos para el diario El Mundo, son uno de cada tres.
De acuerdo a esta encuesta, España corre nuevamente el riesgo de adentrarse en un nuevo periodo de bloqueo, de vetos cruzados o de inestabilidad. Los pronósticos del sondeo anticipan un resultado difícil, que sólo se conjuraría con un pacto entre las dos primeras fuerzas políticas: PSOE y PP.
Sin embargo, ninguno de estos dos partido quieren considerar, al menos en público y por ahora, la posibilidad de experimentar, por primera vez en la historia de la democracia española, una gran coalición. Ni el PSOE ni el PP se muestran dispuestos a abandonar la inercia de un sistema de alternancia que hace tiempo que se desmorona; y ninguno de los dos tienen ya potencia suficiente para asumir en solitario las riendas del país y darse el relevo cuando acusen síntomas de fatiga.
Evolución del voto
Lo que sí tienen todavía estos dos partidos, aunque se resistan a considerarlo, es capacidad para remar juntos en la misma dirección. Socialistas y populares acumularán el día de las elecciones más del 48% del voto y ocuparán entre ambos más de 200 escaños, entre 207 y 223, según lo que estima este sondeo, una suma que garantizaría una estabilidad a prueba de bombas y marginaría las propuestas políticas más extremas. Una fórmula que, sin embargo, a seis días de las elecciones, no es más que una quimera.
En esta última encuesta, ya que la prohibición legal afecta a los cinco días antes de las elecciones, el panorama que se vislumbra es el de un PSOE con menos tirón que en abril. Un punto menos en intención de voto y moviéndose entre los 118 escaños en su peor pronóstico y los 126 en el mejor. Para Pedro Sánchez, su líder y presidente en funciones, que apostó todas las cartas a la repetición electoral, soñando con los 140-150 escaños, quedar un sólo diputado por debajo de los 123 que obtuvo en las elecciones pasadas sería un fracaso en toda regla.
Su aspiración pasaba por debilitar a Unidas Podemos lo suficiente para utilizarlo sólo como muleta sin necesitar a Esquerra Republicana de Cataluña (ERC). Y este plan no se cumpliría. El partido de Pablo Iglesias, tras haber perdido en abril casi la mitad de sus escaños, parece haber llegado a un suelo resistente que le proporcionará entre 35 y 40 diputados, obtuvo 42 en abril. Su apoyo será así, de nuevo, imprescindible para Sánchez que, previsiblemente, tendría que afrontar otra vez la petición de los morados de estar en el Gobierno.
Transferencia de votos
En todo caso, con Unidas Podemos, el PSOE no alcanzaría la mayoría absoluta. Ni siquiera añadiendo los diputados que podría proporcionarle el partido de Iñigo Errejón, Más País (3-4). En la horquilla alta de la encuesta, el trío de izquierdas sumaría 170 escaños frente a 160 de la derecha. Sólo con el Partido Nacionalista Vasco (PNV) en su mejor pronóstico superaría, con 177, la mayoría absoluta.
Si por el contrario se contempla la horquilla baja, la izquierda, incluso con el PNV, se quedaría muy lejos de la mayoría: sólo 161 diputados. En este caso, la única alternativa pasaría por un acuerdo frankenstein que hiciera hueco al independentismo.
Por el lado de la derecha, el PP, liderado por Pablo Casado taponado por Vox, liderado por Santiago Abascal, acomete el esprint final con un pronóstico de entre 89 y 97 escaños. El partido de Abascal ha registrado una continua progresión al alza que ha impedido que Casado se acerque más, e incluso pudiera llegar a superar a Pedro Sánchez. En el PP acarician la esperanza de que el día de las elecciones muchos de quienes han asegurado su intención de optar por Vox recapaciten y se inclinen por el voto útil.
Ciudadanos, por su parte, pierde cualquier posibilidad de ser decisivo. Su aportación, imprescindible tras el 28-A para asegurar la formación de un gobierno liderado por el PSOE, ahora carece de trascendencia. En apenas seis meses ha perdido ya la mitad de sus votantes, el 51% aún duda si les volverá a votar, en una auténtica sangría en favor de PP y Vox. Las tres fuerzas etiquetadas en la derecha sumarían, en la banda alta, 160 escaños, y en la baja, 144.
Asuntos decisivos: Franco y el procés
Las elecciones del próximo domingo estarán influidas por dos acontecimientos clave: la sentencia del Tribunal Supremo condenando por sedición y malversación a los líderes del procés (proceso soberanista de Cataluña de 2012-2019) y la respuesta violenta que se le ha dado en Cataluña, y la decisión de proceder a la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco en plena precampaña electoral.
Respecto a la exhumación, el 44% de los votantes se muestra de acuerdo o muy de acuerdo frente al 35% que opina lo contrario. Los hombres son mucho más partidarios que las mujeres, y los electores de más edad mucho más que los jóvenes. Además, y pese a las pegas que ha expresado la dirección de Unidas Podemos respecto al procedimiento de traslado de los restos del dictador, el 82% de sus votantes se muestra conforme o muy conforme con la decisión.
Los más discrepantes en este caso son los votantes de Vox y del PP. Por lo que se refiere a la sentencia del procés, conocida por el 85% de los electores, las opiniones están muy divididas. No obstante, un 35% opina que las penas de cárcel impuestas son demasiado elevadas; un 33% las considera adecuadas y un 27%, escasas.
De nuevo, los electores de Unidas Podemos son los que marcan con más claridad la diferencia. Casi un 68% opina que las condenas son excesivas, frente a un 3% que las considera débiles. Los votantes de Ciudadanos son los que se muestran más duros. Un 54% cree que a los cabecillas del procés se les han impuesto penas de pocos años de prisión. El 34% considera que las condenas son adecuadas y sólo el 12% opina que son excesivas.
Entre los votantes del PP y del PSOE la opinión predominante es la de que se trata de un castigo ajustado. En este caso, los hombres se muestran más benevolentes que las mujeres, y los votantes de más edad más comprensivos con los condenados que los más jóvenes.
Entrega de premios en Cataluña
Los Reyes de España presidirán este lunes por la tarde en Barcelona la ceremonia de entrega de los premios Fundación Princesa de Girona, que reconocen el talento de los menores de 35 años en diversas áreas y que este año cumplen diez años. A la ceremonia asistirán también por primera vez la princesa de Asturias y de Girona, Leonor, quien pronunciará un discurso, y la infanta Sofía, en medio de una protesta que se efectuará frente al Palau de Congressos de Catalunya, lugar del evento, convocada por diversos colectivos independentistas.
A esta entrega no acudirá ninguna autoridad de la Generalitat, ni la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Sí lo harán el primer teniente de alcalde de Barcelona, el socialista Jaume Collboni, así como la presidenta de la Diputación de Barcelona y alcaldesa de L’Hospitalet, Núria Marín. El Gobierno español estará representado por la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, y también estará presente el presidente del Senado, Manuel Cruz.
(Con información de El Mundo, El País, ABC)