Un deterioro lento y progresivo del aparato económico, así como de la capacidad del Estado para atender las necesidades básicas de la población, ha puesto en en peligro la supervivencia de los venezolanos que no distingue entre clases sociales.
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El régimen ha sido rebasado en su capacidad para hacer frente a este escenario, por lo que será inminente aceptar la cooperación internacional si se quiere impedir mayor sufrimiento, señalan los expertos. Más de 4 millones de personas sin acceso a medicamentos, 1 millón de niños menores de 3 años que no se alimentan como requieren, el incremento de las cifras de mortalidad materna e infantil evidencia la peor crisis que Maduro y su cúpula niega.
En esta ocasión la víctima fue Ángel Burgos, dirigente de Voluntad Popular en el estado Aragua, murió luego de que no consiguiera medicamentos para cumplir con su insuficiencia respiratoria.
Burgos tenía 27 años. “Solo necesitaba unos antibióticos, nada del otro mundo, algo que en un país normal fuese una tontería, ¡estamos en una emergencia humanitaria que debe ser atendida!”, denunció Ana Karina García, responsable nacional de Juventudes VP.
Mi hermano Angel Burgos a quien la escasez de medicina le quitó la vida, tenía una insuficiencia respiratoria y solo necesitaba unos antibióticos, nada del otro mundo, algo que en un país normal fuese una tontería ¡Estamos en una emergencia humanitaria que debe ser atendida! pic.twitter.com/kgW8fhTdog
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Mientras el deterioro se agrava y se hace evidente para los observadores, el gobierno de Nicolás Maduro sigue empeñado en no reconocerlo. “Venezuela es un país pujante, trabajador, no es un país de mendigos como han pretendido algunos con aquello de la ayuda humanitaria”, dijo el mandatario.
Con información de Venezuela Al Día