Era más que evidente su destitución y así votaron los 48 países miembros del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Las acusaciones por el escándalo ético fueron demasiado contundentes y Mauricio Claver-Carone ya no es el presidente.
Mario Beroes/El Político
El estadounidense, primero en ocupar el cargo de presidente de la institución financiera, fue despedido luego de un escándalo ético que acabó con su gestión de algo más de dos años.
Mantener una relación sentimental con la Directora del despacho, algo prohibido en los estatutos, y además, elevarle el sueldo en dos oportunidades, sin consentimiento de la directiva, dieron al traste con su mandato.
Fue un informe de la la firma de abogados Davis Polk la encargada de dar a conocer las pruebas de las acusaciones.
Los directores recibieron el informe final del bufete de abogados, en el que se detallaban evidencias de que Claver-Carone había mantenido una relación con la funcionaria, a quien conocía de su gestión en la Casa Blanca.
A este hecho, prohibido en los estatutos del BID, se agregó un aumento del 40% en el salario de la amante y funcionaria durante su primer año en el banco, en medio de la pandemia.
La funcionaria, cuyas iniciales eran JB devengaba $ 420.000 por año libre de impuestos,
Unido a lo anterior, en el informe se da a conocer que el jefe del BID no cooperó plenamente con la investigación y retuvo información, como correos electrónicos, algo que provocó profunda preocupación en el gobierno de Joe Biden.
Las sustitutas
El BID consta de una Asamblea de Gobernadores, donde están representados los 48 países miembros del banco, Estados Unidos, Canadá e Hispanoamérica. También algunos países europeos, Japón, Corea del Sur y China.
Todos votaron de manera unánime para destituir a Claver-Carone, tal como había recomendado, la semana pasada, la directiva.
Por los momentos, la vicepresidente Ejecutiva, Reina Irene Mejía Chacón, asumirá la conducción del banco hasta la elección del nuevo presidente.
Por primera vez podría ser una mujer la que ocupe dicho cargo. Los nombres que suenan son las de las ex presidentes de Chile, Michelle Bachelet, quien no pareciera muy emocionada luego de su triste papel como Alta Comisionada de los DDHH de la ONU; ; la expresidente de Costa Rica, Laura Chinchilla, y la jefa de la Cepal, Alicia Bárcena.