Tras la presentación del reporte de Joseph Humire, del Centro para una Sociedad Segura y Libre (SFS, según su acrónimo en inglés), se plantea una gran y devastadora interrogante: ¿Venezuela se convirtió en el epicentro del terrorismo internacional?
El Político
El reporte presentado esta semana reveló las redes comerciales que, con fachada legal, están financiado no solo al régimen de Maduro sino también a grupos terroristas internacionales Hezbolá, cárteles de la droga mexicanos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
En su reporte presentado con el respaldo del Centro Adrienne Arsht para América Latina del Atlantic Council, Humire escribió que estos grupos «se ayudan mutuamente a llenar sus bolsillos y expandir su influencia a escala global»
Lo cierto es que Irán y Hezbolá se han aprovechado de la antigua comunidad de de libaneses-venezolanos, y otras comunidades del Medio Oriente en América del Sur, para crear redes económicas amplias y difíciles de rastrear.
El reporte afirma que “el nexo entre Irán y Hezbolá en Venezuela, primero bajo Chávez y ahora con Maduro, ha sido subestimado por la comunidad internacional durante demasiado tiempo”
«Los hallazgos de este informe demuestran que estas conexiones existen y son mutuamente beneficiosas, lo que le permite a Hezbolá un espacio seguro para llevar a cabo sus operaciones criminales y terroristas globales y brinda al régimen de Maduro un mayor apoyo ilícito de Oriente Medio».
De acuerdo con Humire, Hezbolá ha tenido durante mucho tiempo presencia en América del Sur, particularmente en la “zona de la triple frontera” mal vigilada que une a Argentina, Paraguay y Brasil, según reportó primerinforme
El grupo terrorista ha cultivado relaciones con grupos como las FARC, de acuerdo con investigaciones de Estados Unidos, y colabora con el envío de material ilícito, diplomacia y lavado de dinero.
El informe de Humire dividió la red sudamericana de Hezbolá en tres «clanes» de familias libanesas involucradas en diferentes aspectos de la relación con el régimen chavista. Algunos, señaló el informe, parecían funcionar de manera algo legítima.
Dos agentes clave de Hezbolá, por ejemplo, se describen como administradores de una serie de negocios en «textiles, carne de res, carbón vegetal, electrónica, turismo, bienes raíces y construcción». Esas empresas ayudan a blanquear dinero procedente del tráfico ilícito de drogas y el terrorismo.
Otro participante en el esquema transnacional identificado ahora simplemente dirige «pequeñas empresas de importación y exportación en Panamá» involucradas en textiles y carbón vegetal, pero su negocio, concluyó el informe, financia el terrorismo: «hasta el 80% de los ingresos [se] utilizan para apoyar a Hezbollah«.
Humire señaló con respecto a este individuo que a menudo se usa carbón vegetal para disfrazar cocaína en los envíos.
El informe también plantea que la evidencia sugiere que Caracas, Teherán y Damasco entrelazan deliberadamente estos negocios aparentemente legítimos con esquemas claramente criminales.
Según los informes, las dos partes establecieron uno de esos planes en 2009, según la DEA. Uno de los enlaces de Hezbolá del régimen socialista organizó una reunión entre agentes del grupo terrorista y dos secuaces clave de Maduro: el actual ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, considerado el aliado más cercano de Hezbolá en Caracas, y Hugo Carvajal, un exjefe de inteligencia de Chávez que huyó a España y ahora afirma ser un desertor.
Según el informe, “la reunión supuestamente provocó un plan de cocaína por armas entre las FARC y Hezbolá que se materializó en 2014 cuando un avión de carga libanés lleno de armas pequeñas (AK-103, lanzagranadas propulsadas por cohetes, etc.) llegó al hangar presidencial ( rampa 4) del Aeropuerto Internacional de Maiquetía en Caracas ”.
Otro aspecto del informe es que "las armas eran un pago parcial por la cocaína que las FARC proporcionaron al régimen de Maduro y fueron transferidas a una base militar en Guárico, Venezuela».
“La ubicación estratégica de Venezuela en América del Sur y en la encrucijada del Caribe le brinda a Irán y Hezbolá la capacidad de disminuir su desventaja geográfica frente a Estados Unidos”, explicó Humire.