La concentración de fuerzas rusas a lo largo de la frontera con Ucrania está sacando a relucir la posibilidad de un eje Rusia-China en contraparte a Estados Unidos y sus aliados.
El Político
El encuentro entre el presidente ruso Vladimir Putin con su par chino Xi Jinping en Beijing días atrás provocó conjeturas de que esas dos grandes potencias podrían aliarse contra Washington en diversos temas.
Moscú y Beijing se han apoyado mutuamente en su oposición a la expansión de la OTAN hacia ex repúblicas soviéticas y en respaldar la posición China hacia Taiwán, reportó AP.
Eje Rusia-China
Pero la relación sigue siendo desigual. China está en auge económico y político mientras que Rusia está cada vez más aislada e inclinada hacia tácticas vistas durante de la Guerra Fría, como la intimidación y el hostigamiento.
China además sigue estando en contra de cualquier acción que puede perjudicar sus ambiciones territoriales, sea en Taiwán, en el Mar de la China Meridional o en la frontera con la India.
Posición de China en crisis de Ucrania y Rusia
China no ha criticado a Rusia en cuanto a la disputa con Ucrania, y más bien se ha sumado a las indirectas contra Estados Unidos y sus aliados. En una conferencia en Múnich este fin de semana, el ministro chino de Exteriores Wang Yi denunció que “cierta potencia” está “animando los antagonismos”.
Sin embargo, en respuesta a una pregunta del titular de la conferencia Wolfgang Ischinger, Wang declaró que “la soberanía, la independencia y la integridad territorial de todos los países debe ser respetada y protegida, porque ése es un principio fundamental de las relaciones internacionales… Ucrania no es ninguna excepción”.
También aseguró que las principales potencias deberían actuar en defensa de la paz mundial y que ningún país debería “repetir los errores del pasado de forjar alianzas rivales”.
Cumbre Xi-Putin
Xi y Putin se reunieron en la antesala de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing; tras los cuales emitieron un extenso comunicado conjunto anunciando una relación nueva y más estrecha.
Los dos países “se apoyan mutuamente” contra lo que Xi calificó de “amenazas a la seguridad regional”; y a la “estabilidad estratégica internacional”, aunque no mencionaron explícitamente a Estados Unidos.
Fue el 38vo encuentro entre los líderes, sea por teléfono o en persona, un número publicitado por Beijing como indicativo; de una cercanía entre los dos países, que durante la Guerra Fría pugnaban por ser el líder del bloque socialista.