Rusia está a punto de cerrar temporalmente la infraestructura de importación de gas más grande de la Unión Europea (UE).
El Político
Esto aviva los temores de un retraso o solo un regreso parcial de los suministros de gas. Algunos temen que el Kremlin pueda usar trabajos de mantenimiento planificados para cerrar los grifos para siempre.
“Si no regresa después del mantenimiento porque el presidente Putin juega o quiere golpear a Europa mientras duele, entonces el plan para llenar el almacenamiento de gas para fines del verano probablemente no funcionará”, dijo Henning Gloystein de Eurasia Group.
“También tenemos que prepararnos ahora para interrupciones adicionales del suministro de gas o incluso un corte total del suministro de gas ruso”, advirtió la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Recordó, a su vez, que “12 estados miembros se ven afectados por cortes parciales o totales” por parte de Rusia, como son Bulgaria, Polonia, Finlandia, Alemania, Austria o Italia, por citar algunos casos. Alemania, incluso, ha reactivado las centrales de carbón como alternativa.
“Putin emplea la energía como arma”
Llegado el caso de un castigo completo por parte del Kremlin, que supondría una “disrupción total”, von der Leyen avisa de que el objetivo es asegurar que el gas “fluya hacia donde es más necesario. Tenemos que tener solidaridad europea y proteger el mercado único y las cadenas de valor de la industria”. Unas palabras que llegan en un momento clave, con la votación del acto delegado de la taxonomía verde, aprobada por el Parlamento Europeo y que considerará como energías renovables al gas y la nuclear.
Durante su intervención, en un debate en Estrasburgo, señaló directamente al presidente ruso. “Es obvio que Putin continúa utilizando la energía como un arma”. Llegado el caso, considera importante “diversificar nuestro suministro de gas, apartándonos de Rusia”. Sobre este tema, celebra el crecimiento en un 75% respecto a 2021 de las exportaciones de combustible que llegan a Europa, además de una caída “en picado” de la importación de gas a través del gasoducto ruso, que se ha reducido en un 33%.
“Estamos progresando, que es justo lo que queremos”, estima la presidenta europea, quien apuesta por pensar en un plan preventivo. “Si no hacemos nada, vamos a enriquecer a Putin”. Por último, hizo referencia a la política energética de Europa y a la forma en la que se tendrá que trabajar en la agenda del Pacto Verde durante la presidencia checa del Consejo de la UE, iniciada el pasado día 1 de julio. “El cambio climático no va a esperar a que acabe la guerra de Putin, nos queda un duro trabajo por hacer”.
Fuente: as.com