Tras la victoria del Partido Republicano en las elecciones de mitad de mandato significó gran alegría entre sus partidarios, pero tras la jornada del martes en el Congreso todo parece un mar de problemas.
El Político
Los principales republicanos dicen estar atrapados con dos partidos bajo un mismo techo con goteras, lo que les deja sin saber cómo organizarse, por no hablar de gobernar.
Los dramáticos y caóticos acontecimientos que tuvieron lugar en la Cámara de Representantes paralizaron el mundo político, cuando el representante Kevin McCarthy no consiguió hacerse con el cargo de presidente de la Cámara en tres rondas de votaciones, reportó Axios.
McCarthy sin consenso en el Partido Republicano
Antes de que comenzara la votación, la atención se centraba en si McCarthy tenía alguna posibilidad de mantener la oposición del Partido Republicano a él en cuatro votos o menos – el nivel en el que tendría un camino claro hacia la presidencia.
Siempre iba a ser una batalla cuesta arriba en la primera ronda, ya que se basaba en la idea de que McCarthy podría ganarse al menos a uno de sus cinco oponentes republicanos más comprometidos: los representantes Andy Biggs (Arizona), Andy Biggs (Arizona) y Andy Biggs (Arizona). Andy Biggs (Arizona), Matt Gaetz (Florida), Bob Good (Virginia), Ralph Norman (Carolina del Sur) y Matt Rosendale (Montana).
Diecinueve republicanos votaron a candidatos distintos de McCarthy en la primera ronda, y volvieron a hacerlo, uniéndose en torno al representante Jim Jordan (R-Ohio) en la segunda ronda.
En la tercera ronda de votaciones, los republicanos contrarios a McCarthy aumentaron sus filas en uno, ya que el representante Byron Donalds (republicano de Florida) cambió su voto a Jordan después de haber apoyado a McCarthy durante los dos primeros procedimientos.
¿Sin posible solución?
El Partido Republicano está en un verdadero aprieto.
No hay ninguna señal de que la oposición a McCarthy se esté debilitando. Pero los partidarios del californiano se habían mostrado inflexibles antes de que empezara la votación en el sentido de que seguirían con él hasta el final, reportó The Hill.
A menos que cambie esa dinámica, nadie podrá ser elegido Presidente. Cada facción tiene votos suficientes para frustrar a la otra.
Pésimo comienzo en la Cámara de Representantes
El fracaso en la elección del presidente de la Cámara de Representantes fue una debacle para los republicanos, que empaña su nueva mayoría desde el primer día.
El Partido Republicano obtuvo su estrecha mayoría -222-213 escaños– con la promesa de hacer algo respecto a la inflación, la economía, la inmigración y lo que los conservadores consideran los excesos de la administración Biden.
Pero una de las razones por las que su mayoría no fue mayor fue porque los demócratas pintaron al GOP como extremista y disfuncional.
La caótica apertura del nuevo Congreso no ha hecho más que alimentar esa narrativa, como parecieron reconocer incluso algunos republicanos.
Otras alternativas de liderazgo en el Partido Republicano
El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, mantiene el poder -pero es impopular como el infierno con su propio partido, y un enemigo de Trump y sus fuerzas.
El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis -que ayer juró su segundo mandato y ha empezado a eclipsar a Trump en las encuestas de las primarias de 2024- ha mostrado la fórmula para salir airoso de este embrollo.
DeSantis requiere una popularidad altísima, un dominio de la recaudación de fondos, un historial ganador y un olfato natural para coger las costras culturales adecuadas en el momento oportuno.