A raíz de últimas detenciones en Dubai ha quedado claro para algunas personas que esta región no es más que un santuario para narcotraficantes, corruptos y fugitivos.
El Político
El fiscal Antidroga de Campo de Gibraltar expresó que la mayoría de estos malhechores que buscan han elegido este refugio. Sus declaraciones se dieron después de que la UCO atrapara a El Harraj, jefe del cartel del Sur.
Capos de la Mocromafia, de la Camorra o del cartel de los Balcanes se han refugiado en Dubái donde siguen ensanchando su imperio criminal.
"Había una lista con diez de los tipos más buscados del planeta y todos estaban allí", cuenta un mando de la Brigada Central de Drogas de la Policía. El emirato, con unos 3,4 millones de habitantes, y el lujo aparcado en cada esquina, es un santuario vip para delincuentes de todo pelaje y nacionalidad.
"Sabemos que una gran cantidad de objetivos de alto valor planean y permiten sus actividades delictivas mientras residen en países (por ejemplo, Dubái, Emiratos Árabes Unidos y Turquía) que son particularmente atractivos para los delincuentes expatriados europeos", reza un informe de la Unión Europea de 2021.
Lugar clave
Ese análisis señala que el emirato "se ha convertido en un lugar clave para actividades de lavado de dinero asociadas con el tráfico de cocaína en la UE".
En la mesa de uno de los restaurantes más caros del mundo, se sientan a cenar, rodeados de rascacielos, holandeses, italianos, británicos, serbios, colombianos, franceses… El menú ronda los mil euros. Hacen negocios mientras algunos de sus hombres se torturan, se roban droga y se matan a tiros en Ámsterdam, Málaga o Marsella.
Entre esos expatriados europeos hay criminales españoles y otros internacionales, reclamados por delitos cometidos en nuestro país. Para narcos, traficantes y blanqueadores es escondite y paraíso de sus negocios, pero algunos de la lista ya han caído.
La UCO acaba con la organización que suministraba a los poderosos clanes del Estrecho y que tenía su emporio de blanqueo en Dubai
El último, Hajli El Harraj, español de origen marroquí y cabecilla de una organización a la que se atribuyen 150 toneladas de hachís y 16 de cocaína. El jefe del cartel del Sur, como le llaman, fue detenido el pasado 15 de septiembre por la Guardia Civil que viajó hasta Dubái para colocarle las esposas, quizá un síntoma de que algo está cambiando.
Sus toneladas de droga camuflada entre tomates y melones pasaban por el puerto de Algeciras sin problema. El capo tenía ‘en nómina’ a guardias civiles, policías y aduaneros que facilitaban la salida de la mercancía y le daban chivatazos. Gracias a una delación escapó en junio al operativo conjunto Imperium-Corsini, se refugió en Marruecos y de ahí voló a Dubái donde vivía a cuerpo de rey.
Macarena Arroyo, fiscal delegada Antidroga del Campo de Gibraltar, azote de ‘castañas’, ‘messis del hachís’ y una larga lista de narcohorteras fundidos en lingotes, hace un diagnóstico rotundo: «La mayoría de los que estamos buscando han elegido ese refugio». Dispara nombres y operaciones, algunas aún en la recámara.
En su lista de objetivos está Alejandro S. V., conocido como ‘el Tigre’, un madrileño hasta ahora en la sombra que ha despuntado en las investigaciones (gracias a la tecnología encriptada) como un importantísimo capo con un emporio en el emirato. Se le responsabiliza de dos contenedores de cocaína que llegaron a Algeciras y se ha pedido a Dubái su extradición. Está en la cárcel porque la policía dubaití lo pilló consumiendo droga.
Fuente: ABC