El problema del suministro de gas para Europa ha presionado a un nuevo enfoque de la geopolítica en EEUU.
Mario A. Beroes Ríos/El Político.-
Ucrania no garantiza la confiabilidad necesaria por las apetencias rusas de anexión, y esto obliga a buscar otros suplidores; No importa donde estén.
Ante este panorama la administración Biden busca escenarios alternos, aliados confiables que lo ayuden a capear la posibilidad de una crisis energética en Europa y es ahí donde Washington gira la mirada al Golfo Pérsico, en específico al Emirato de Catar.
Joe Biden, ve al emirato de Catar como uno de sus mayores aliados fuera de la esfera de la OTAN.
Washington y Doha conversan
Las muchas conversaciones que Washington y Doha han ido manteniendo sobre la posibilidad de suministrar gas natural líquido a Europa en caso de que Rusia decida invadir Ucrania se concretaron este lunes con la visita del emir de Catar, Tamim Bin Hamad al Thani, a la Casa Blanca.
Había varios temas urgentes en la agenda del jeque y el mandatario estadounidense, pero el de mayor importancia estaba enfocado en garantizar el respaldo energético para los aliados europeos si Rusia determina cortar sus exportaciones de gas.
Estados Unidos quiere garantizar que todas las posibles fuentes alternativas al gas ruso estén preparadas para abastecer al bloque comunitario en cuestión de “días” o en “una semana o dos” si Moscú interrumpe el flujo de energía, según fuentes de la Administración norteamericana.
Junto a EE UU y Australia, Qatar es uno de los mayores exportadores de gas natural líquido del mundo, concretamente el cuarto mayor proveedor, con un 5,2% de todas las compras de este recurso.
La Unión Europea importa el 40% de su gas natural de Rusia. Por lo que tanto la Casa Blanca como la UE confían en que Doha sea capaz de redirigir de forma temporal sus exportaciones destinadas a los países asiáticos hacia los mercados europeos.
Aunque existe un pero a este deseo y es que el país árabe tiene ya firmados contratos a largo plazo con Corea del Sur, Japón y China.
Acuerdos y negocios
Catar, uno de los países con mayores reservas de gas, consolida con este viaje oficial su estatus de importante actor internacional.
Las bases que EE UU tiene en el emirato sirvieron de escala para los vuelos norteamericanos con civiles y colaboradores afganos tras la retirada de las tropas estadounidenses de aquel país tras 20 años de guerra.
En la breve comparecencia ante la prensa, Biden calificó al pequeño pero rico país como “un buen amigo” con el que acaba de cumplir 50 años de relaciones diplomáticas.
Por su parte la secretaria de Comercio norteamericana, Gina Raimondo, dijo que se sentía “honrada y emocionada al anunciar un acuerdo de importancia histórica entre Boeing y la filial de carga de Qatar Airways”.
La aerolínea desea construir su flota de carga por lo que presentó un pedido de compra de 34 unidades del nuevo carguero 777X del gigante aeroespacial estadounidense.
Con ello, se ha convertido en la primera en comprar este modelo con un contrato de más de 20.000 millones de dólares.
La compañía oficializó el acuerdo aprovechando la visita del emir de Qatar a la Casa Blanca.
También ha firmado una carta de intención por 25 aeronaves 737-10 y está lista para un pedido de hasta 50 aviones 737 MAX.